Siempre hemos tenido afecto por algo o alguien que nos recuerda cosas vividas.
Puede ser en la musica, una imagen, algún club deportivo, un partido político o un hecho de la vida que marcó presente y futuro.
Los cantores populares han dejado huella en la vida de muchos luchadores sociales, personas que muchas veces dejaron todo de lado y se entregaron a una causa. Estos y estas, por muy agotados que estuvieran, siempre encontraron en un acorde o rasgueo de guitarra, las notas de otros instrumentos, una o varias voces, las fuerzas que les permitieron superar soledades y bajones y les volvieron al camino.
Son muchos quienes en algún momento de su vida pidieron a quienes compartían con ellos, que en caso de algo triste y doloroso que les fuera a afectar, hicieran los esfuerzos por lograr que su despedida de la vida fuera con esa voz, esa música que tantos caminos y etapas marcó, más allá de que ellos no podrian escucharla.
2.- Así lo hicimos cuando uno de los nuestros dio su último paso.
Quisimos cumplir con su anhelo y nos agenciamos el correo de ese trovador que acompañó su camino en todos estos años, que estuvo en sus momentos buenos y los malos.
Tenemos claro que no solo de pan vive el hombre y por eso cuando nos dieron su correo, junto con invitarle a deleitarnos con su canto le pedimos nos indicara honorarios, para hacer los esfuerzos y contar con su apoyo.
Doloroso fue no recibir ni un acuse de recibo a nuestra solicitud. Triste no poder cumplir un sueño – más nuestro del que se fue – pero entendimos que así es la vida.
Siempre es así y tenemos claro que a quien despedimos queda por siempre en nuestro corazón, así como tambien queda en el pasado la figura de aquel que admirabamos y no respondió a la confianza.