El 11 de septiembre de 1973 es una fecha en la historia de Chile que jamás debe ser olvidada, así como no pueden ser ignorados los hechos que el golpe militar trajo aparejados.
Ese día nefasto, a sangre y fuego, los militares derrocaron el gobierno constitucional del presidente Salvador Allende y dieron inicio a una sistemática violación de los derechos sociales y políticos de los ciudadanos durante 17 años, violación que en todo caso aún no termina de repararse.
El 11 de septiembre de 1973 se abrió una herida en el corazón de Chile, herida imposible de cicatrizar mientras no se haga toda la verdad. Desde el mismo 11 de Septiembre y durante largo tiempo, en la mayoría de las ciudades y comunas del país, millares de hogares fueron duramente golpeados e incluso destruidos totalmente, al sufrir la detención, el ajusticiamiento y /o la desaparición de uno o más familiares.
2.- De la detención masiva e indiscriminada de los primeros tiempos, se pasó al seguimiento y el arresto selectivo de compatriotas.
La delación y la acusación falsa fueron algunos de los instrumentos que utilizaron los golpistas para cumplir sus fines. Se detuvo sumariamente, se torturó en forma salvaje a mujeres y hombres, sin importar edad, estado civil o condiciones de salud.
Todo aquel que mostró simpatía por el gobierno de Salvador Allende, pasó a ser un potencial enemigo y debía ser detenido e interrogado.
Esto, ocurrido hace 51 años, no puede ser olvidado.
Hay que remover todo lo que sea necesario una y mil veces, hasta que todos los que aún no están, sean honrados y despedidos como corresponde.
Hasta entonces ni perdón ni olvido.