“Unidad Social de Magallanes”, valora la masiva convocatoria a la protesta nacional del pasado jueves 5 de septiembre, realizada en la ciudad de Punta Arenas. Creemos que ni la dignidad ni los derechos sociales pisoteados se transan y que la conciencia de las familias magallánicas quedó expresada, tanto en el acto cultural como en la marcha desarrollada de manera pacífica.
Hoy, cuando se intenta invisibilizar las razones poderosas del movimiento social, que agrupa a más de 50 organizaciones sociales, queremos decir públicamente que estamos más unidos/as que nunca.
El diagnóstico sigue siendo crítico: precariedad, abusos y pérdida sistemática de derechos, desmantelamiento del Estado, jubilaciones que te dejan en la pobreza, falta y acceso a viviendas, ausencia de una educación pública de calidad, desigualdad hacia la mujer, abuso laboral, corrupción, depredación del medio ambiente. Se trata de más de “500 razones para protestar y más de 500 razones para unirse”.
No obstante, condenamos la intervención de un grupo externo al movimiento “Unidad Social de Magallanes” y no compartimos sus formas de movilización, agresiones físicas, rayado de monumentos. Claramente restan protagonismo, a las demandas colectivas que hoy tiene el país y que nos asfixian en un sistema violento, que a diario vulnera nuestros derechos.
Creemos que las agresiones y la violencia, no contribuyen en lo absoluto, al avance de un movimiento que tiene su corazón y razón de ser en las bases.
De igual forma, rechazamos el aprovechamiento político de autoridades, que intentan criminalizar con declaraciones oportunistas, al movimiento social y desvirtuar la justicia de nuestras reivindicaciones, so pretexto de la defensa del patrimonio material de la ciudad. Aclaramos que la ciudad y su patrimonio, es parte de lo que todos/as queremos y cuidamos, y por lo mismo aspiramos a la construcción de espacios participativos, justos y que fortalezcan la dignidad de nuestra vida en comunidad.
A su vez, rechazamos la fuerza desmedida de Carabineros, que no tuvo la capacidad de controlar al pequeño grupo, separado de la movilización, que claramente distorsionó el objetivo de la marcha.
Finalmente, reiteramos que seguimos más unidos/as que nunca y que, por cierto, tenemos más de 500 razones para seguir protestando.