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UNA AMISTAD PURA

Esta semana finalmente logró cuajar la tan esperada primaria de la centro izquierda. Pese a la pretensión de algunos de forzar una decisión entre cuatro paredes, finalmente primó el buen juicio, y se resolvió realizar una consulta ciudadana o primaria convencional. Así reflota la tantas veces vilipendiada ex concertación, o lo que queda de ella. Serán las personas las que decidirán si Paula Narvaez, Carlos Maldonado o Yasna Provoste, representan al sector, en las elecciones de noviembre. De algún modo se hace justicia a esos dos a tres millones de personas, que no concurrieron a la primaria de los dos extremos del espectro político. Será el retorno de la vieja alianza política, o será la última cabalgata juntos, para despedirse de la historia en forma digna. Lo sabremos muy pronto, ya que la fecha límite para inscripción de candidaturas presidenciales, es el 23 de agosto. Ya forman parte del voto de noviembre, los candidatos Gabriel Boric y Sebastián Sichel, triunfadores de sus respectivas primarias.

Una sombra de duda recorre los tradicionales partidos de la centro izquierda. Da la impresión que se llega a la fuerza, a esta definición en primarias, y a la necesidad de negociar una lista parlamentaria conjunta. Movidos más por la exigencia ciudadana, más que por la “afectio societatis”, que se perdió aquella noche infausta, de la no inscripción de la primaria legal. De pronto, se ha visto a plena luz del día, lo que antes se sospechaba, o se intuía. Reuniones entre parlamentarios de distintos partidos, promoviendo a una u otra candidata, dependiendo más de sus intereses personales, que de sus lealtades políticas. Es como si ya se hubiera perdido no sólo la vergüenza, sino la consciencia de estar haciendo algo incorrecto. Ya nadie se sorprende. Según creo, es la antesala de la despedida de muchos honorables, que antes se daban por imbatibles. En un escenario de varias listas disputándose los mismos votos, sin binominal, y con listas independientes, nadie tiene su curul asegurado. Y en buena hora.

Lo más importante de ir a votar a una primaria de la centro izquierda, es darle oportunidad a las opciones que ofrecen  a Chile, un camino de progreso y transformaciones sociales, en paz, en libertad, sin violencia. Nuestro país está anhelante de buenas noticias, está anhelante de esperanzas. La inmensa mayoría de Chile, cree en el diálogo, en el entendimiento. Esas son las alternativas que prevalecerán con miras a una segunda vuelta electoral. Necesitamos urgentemente, como sociedad, reconocernos en nuestras diferencias, en nuestra diversidad, necesitamos aceptarnos los unos a los otros. Esto requiere dialogar con el que piensa distinto, conversar no sólo con mi tribu, sino también con la de enfrente. Esta lección civilizatoria, ha sido aprendida en otras latitudes al cabo de miles de años de historia. Somos una nación joven, y podemos trazar ahora, la senda limpia y segura que recorrerán nuestros hijos e hijas.

Pero para enfrentar este desafío se necesita coraje. No todos se atreverán a cruzar la vereda, para conocer a los vecinos de enfrente, algunos habrá que mirarán con sospecha y temor, incluso al que vive al lado. Esos no serán los que conducirán a nuestro pueblo. Porque no se construye liderazgo, ni desde el temor, ni desde el aislamiento, y mucho menos desde la coacción o la fuerza.

Hago estas reflexiones, pensando en los vínculos imprescindibles, en los lazos afectivos, en la amistad, en esos sentimientos de pertenencia a una familia o grupo, que nos hace más fuertes. Cuando perdemos a un amigo, se nos va un pedazo del alma, y la recuperamos en cada recuerdo.

La amistad y el amor, son sentimientos que deben prevalecer sobre la envidia, el  egoísmo, el revanchismo. La amistad es la que nos sostiene en los momentos más duros que nos toca vivir. Y hoy más que nunca, ha sido la roca sobre la que nos afirmamos cada día. Quiero ver a mi país, inundado con ese sentimiento, de querer ayudar a los demás, del que quiere que al otro le vaya bien. Sólo así viviremos en paz, sólo así seremos libres.

 En memoria del amigo leal y fiel, que se nos adelantó esta semana. Te amaremos siempre, Gaturrín.

Ernesto Sepúlveda Tornero