Tras cumplir este 2021 cuatro décadas en la Corporación Nacional Forestal (CONAF) en Magallanes, se acogió a retiro uno de los funcionarios históricos de la institución ampliamente reconocido por ser la cara visible del vivero forestal en el sector de Río de los Ciervos.
Se trata de Jorge Barría Vargas quién este viernes fue despedido por sus colegas de trabajo y dirección regional de CONAF en un acto realizado justamente en el Vivero donde dedicó casi 30 años de su vida laboral y que fue transmitido por plataforma virtual para que sus ex compañeros y compañeras de trabajo pudieran ser testigos de este singular momento.
En la ocasión, el director regional, Mauricio Véjar, jefes de los departamentos y colegas dedicaron palabras para Jorge Barría, destacando su compañerismo, capacidad de enseñanza en el arte forestal y su capacidad innovativa en la implementación de tecnología en el vivero.
Como una forma de reconocer su legado, la dirección regional y colegas decidieron bautizar con su nombre y una placa conmemorativa, el centro de embolsado del vivero, obra materializada por Jorge Barría y que significó un salto cualitativo en los procesos de producción de árboles que realiza CONAF para la forestación regional.
Jorge Barría es nacido en la provincia de Última Esperanza y desde pequeño vivió con su familia en el sector de Laguna Azul en Torres del Paine, ingresando el año 1981 a CONAF como guardaparques. A inicios de la década del 90 se trasladó a Punta Arenas, dedicándose a llevar adelante el Vivero Experimental de la institución en Río de Los Ciervos.
Desde allí en adelante, Jorge Barría se convirtió en pilar fundamental de la producción de árboles que realiza CONAF, incorporando diversas tecnologías que fueron modernizando gradualmente los diversos procesos de producción que se requerían.
Entre otros hitos de Jorge Barría se destaca que en el año 1992 formó parte como motosierrista de la delegación chilena que acompañó el iceberg del estand de Chile en la Expo Sevilla que conmemoraba los 500 años del Descubrimiento de América.
Jorge Barría, testigo del progresivo proceso de automatización que ha vivido el Vivero de CONAF, agradeció el gesto de sus colegas y la dirección regional, recordando que fue este espacio de producción su segundo hogar y donde entregó todo su conocimiento y gran parte de su vida.