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TESORO NATURAL EN PELIGRO

Amigos y amigas, como se habrán enterado por la cobertura de los medios locales de Magallanes, y uno que otro reporte de medios nacionales. Vivimos desde el 25 de enero, una catástrofe natural en Tierra del Fuego, región de Magallanes. Un incendio declarado en un predio forestal particular, ha consumido ya 1.240 hectáreas de bosque nativo. Se trata de un bosque conformado por lengas, ñirres y coigües, todos de edad centenaria, los que conforman un hábitat único en el mundo, dada la existencia de turberas. La turba es una capa de suelo, compuesta por un densa y rica masa de materiales vegetales en descomposición, es una verdadera esponja vegetal, que absorbe y retiene agua. La que después filtra, limpia de residuos, hacia reservorios subterráneos, o distribuye hacia ríos y otros afluentes naturales. Pero lo que la hace más valiosa, es su propiedad para absorber y retener carbono. 

El bosque afectado, se encuentra a sólo dos kilómetros del Parque Karukinka, un área silvestre constituida por 300 mil hectáreas de bosque nativo, de más de 300 años, turberas, y una rica variedad de especies, tales como guanacos, zorros culpeo, y aves como el carpintero negro o la cachaña (especie de loro más austral del mundo).  El parque Karukinka se encuentra bajo la protección y cuidado de la WCS (Wildlife Conservation Society) o Sociedad para la conservación de la vida natural.  Desde este organismo, se ha advertido del impacto mundial que tiene este incendio. El carbono retenido desde hace miles de años, en las turberas y el bosque de este parque, se estima en unas 400 millones de toneladas de CO2. Según informe de Conaf del domingo 6 de febrero, el fuego aún no se extiende hasta el parque, pero ya está quemando turberas. Lo que se ha facilitado dadas las escasas precipitaciones de este verano en la zona. El suelo está seco, y la turba se encuentra en ese estado hasta más o menos un metro de profundidad. Según científicos de la UMAG, si el fuego destruyera la turba hasta un metro de profundidad, se podrían liberar a la atmósfera 280 toneladas de carbono por cada hectárea afectada.

Por esta razón es que la alerta no es sólo para las autoridades de la comuna de Timaukel, no sólo para Magallanes. Se encuentra en riesgo el compromiso de Chile, de reducir emisiones de gases de efecto invernadero, a 90 millones de toneladas  de C02 al 2030. Con el alto riesgo de destrucción de las turberas, no sólo Chile, no podría cumplir con esa meta, sino que se afectaría en forma severa, emisiones con impacto directo en la temperatura del planeta. El área en peligro de destruirse por las llamas, constituye el 80% de los humedales de Tierra del Fuego, que transformarían totalmente la isla, con un daño que no podría revertirse en menos de 100 años.

                Los esfuerzos que se realizan hoy para contener y controlar el incendio, han sido titánicos. Personal del municipio de Timaukel, de CONAF con personal técnico especializado y brigadistas, brigada de incendios del Ejército, Compañía de Bomberos de Porvenir, Compañías de Bomberos de Punta Arenas. Brigadas de empresas forestales de Magallanes y del centro-sur del país. Equipos técnicos y humanos de una empresa constructora regional. Personal del ejército.  Recursos técnicos: Buldóceres, cargadores frontales, retroexcavadoras, camiones aljibe, skidders, excavadoras, 1 avión cisterna, 1 avión Fire Boss, 1 avión pesado (LAT C-130), 1 helicóptero y 1 helicóptero superpuma. E incluso un avión hércules adaptado para el combate del fuego.

                El apoyo de la comunidad ha sido vital, para colaborar en los insumos que requieren los brigadistas. Los recursos liberados por la administración central, para que autoridades locales puedan contratar servicios o comprar combustible, han sido esenciales. Pero nada de eso es suficiente. Se requiere más ayuda.

Nos urge una actuación enérgica de la autoridad, para conseguir ayuda internacional.  Si no lo hace el poder central, que lo haga la autoridad regional. Necesitamos apoyo de medios técnicos especializados, de estados que enfrentan con regularidad eventos de esta naturaleza. Como simple ciudadano, preocupado por nuestra riqueza natural en peligro, me permito sugerir, contactar a la autoridad del estado de California, en los Estados Unidos. La gobernación de ese estado, cuenta con un “Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios”  https://www.fire.ca.gov/   una entidad que reúne al personal especializado en combate a incendios, y cuenta con los más avanzados recursos técnicos. Sin ir más lejos, en la temporada de verano 2021, debieron enfrentar dos mega incendios forestales, uno de los cuales puso en riesgo el Parque nacional Sequoia. Donde se albergan los árboles vivos de mayores dimensiones en el planeta. Haciendo las debidas salvedades, en cuanto a las características del bosque, y de la accesibilidad, la experiencia de “Help fire California”, sería de enorme utilidad en Tierra del Fuego.

                Es un desafío para las autoridades presentes y las futuras. El incendio de 2012 en Torres del Paine, destruyó 21 mil hectáreas, y sólo fue controlado finalmente cuando iniciaron las lluvias. No queremos vivir esa experiencia de nuevo. Se debe actuar ahora, solicitando ayuda internacional. Es una responsabilidad no sólo con “La región que queremos”, sino con el planeta entero.

Ernesto Sepúlveda Tornero