Cada vez que se ocupa una carretera se paga y el costo es bien alto si se recorren largas distancias.
Por lo mismo, lo mínimo que pueden esperar quienes hacen uso de estos caminos es que los mismos estén expeditos y en condiciones de uso permanentemente.
Lo que resulta intolerable es que se cierren las carreteras porque hubo lluvias y las empresas privadas que las administran, no tomaron las medidas del caso.
En esos años en que no había tanta cosa como ahora, se disponía de buses interprovinciales para ir de un lugar a otro y ́ también existía la facultad de utilizar el tren, que ocupaba casi el mismo tiempo de traslado pero era mucho más cómodo y confortable.
La dictadura pagó el servicio de los transportistas eliminando la mayoría de las vías de tren y dejando el transporte de pasajeros y mercaderías en manos de privados, que cuando se les da la gana promueven paros y otras acciones para mantener su % de ganancias inalterable.
2.-Antiguamente sólo algunas vías tenían un cobro de peaje y era obligación del Estado mantener las carreteras y las vías férreas, los ferrocarriles eran estatales y transportaban personas y carga.
Problema sin solución los cortes de agua y luz que se producen ante la más mínima cantidad de agua caída.
Cientos, miles de hogares con problemas de energía o falta de agua potable, servicios que ciertamente también están en manos de empresas privadas, lo mismo que la locomoción colectiva. ¿Porque el Estado renunció al rol que le corresponde?
Ya va siendo hora de quitarse la venda y entender que no es cierto que la privatización y acción del capital engrandece a los países.
Eso es una mentira.