En una ceremonia realizada en el Museo Regional de Magallanes, la Unidad de Patrimonio Inmaterial del Servicio del Patrimonio Cultural (Serpat) entregó certificados de reconocimiento como integrantes de una comunidad cultora, a cinco carpinteros de ribera de la Región de Magallanes y Antártica Chilena. Se espera realizar una ceremonia similar en Puerto Natales en diciembre próximo.
El encuentro estuvo encabezado por la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Katherine Ibacache, junto al director regional del Serpat, Pablo Quercia, y la directora del Museo Regional de Magallanes, Paola Grendi.
La encargada regional de Patrimonio Cultural Inmaterial, Ruth Simeone explica que “hasta ahora, en Magallanes tenemos tres elementos reconocidos como Patrimonio Cultural Inmaterial: la Cestería Yagán, el Circo Tradicional y la Carpintería de Ribera; este último está inscrito en el Registro Nacional desde agosto de 2019”.
Respecto del trabajo con los cultores regionales del oficio de carpintería de ribera, agrega que “como Servicio del Patrimonio Cultural, estamos desarrollando una tarea a largo plazo, parte de la cual ha sido en conjunto con un equipo de profesionales de la Universidad Austral de Chile. Esta se inició con una investigación participativa para caracterizar esta práctica y a sus cultores/as, en una primera etapa realizada entre 2019 y 2020. Luego, abordamos el diseño del Plan de Salvaguardia, elaborado para proteger los saberes derivados de esta ancestral actividad, que este año socializamos en terreno con los actores involucrados, tanto en Punta Arenas, como Puerto Natales, Porvenir y Puerto Williams”. Hasta ahora, se ha identificado a 25 cultores que ejercen su actividad a lo largo de la región, entre Puerto Edén y Puerto Williams.
Tras la exhibición de un video (https://vimeo.com/574154154) con testimonios de algunos de los presentes, recibieron su reconocimiento Richard Arjel Arjel y su hijo, Pablo Arjel Gallardo, quienes llegaron provenientes de la localidad de Hualaihué (Palena, Región de Los Lagos), los hermanos Francisco Vidal Tacul y Jorge Vidal Tacul, y José Tacul.
El director regional del Serpat, Pablo Quercia Martinic, enfatizó que “como Servicio nos interesa rescatar los oficios, saberes y tradiciones que hay detrás de la carpintería de ribera, pues constituyen nuestro patrimonio cultural inmaterial y muchas veces se vinculan al conocimiento y cosmovisión de los pueblos originarios”.
En tanto, Francisco Vidal agradeció a nombre propio y de sus compañeros por la certificación entregada, pues implica valorar y visibilizar la labor a la que se dedican diariamente, que en muchos casos aprendieron de sus padres o abuelos. Posteriormente, los asistentes disfrutaron de dos obras musicales (Durazno sangriento y Viernes 3 AM) interpretadas al piano por Rodrigo González, parte de cuya familia ha desarrollado tareas y oficios vinculados al mar.
Al cierre de la actividad, la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Katherine Ibacache extendió “un afectuoso saludo a quienes ejercen esta actividad, destacando que desarrollan un oficio que no solo representa el desafío de construir artesanalmente embarcaciones de madera que resistan las condiciones e inclemencias climáticas de las aguas magallánicas, sino también un verdadero hogar para quienes se transportan en ellas”.
Carpintería de Ribera en Magallanes
La Carpintería de Ribera que se desarrolla en la Región de Magallanes y Antártica Chilena es un oficio especializado, aprendido la mayoría de las veces de forma oral a través de la práctica. Consiste en la construcción artesanal de embarcaciones de madera, destinadas a actividades pesqueras, de transporte y turísticas.
Integra saberes tradicionales, como el conocimiento ecosistémico sobre la flora local, relevante para la selección de maderas nativas para elaborar las piezas, que se recolectan en lugares cercanos a Punta Arenas, Puerto Natales, Puerto Edén y Puerto Williams. También contempla nociones avanzadas respecto de mareas, clima y navegación, articulando en ello memorias territoriales indígenas de larga data. Además, constituye un legado que incorpora la presencia de saberes de navegación y de conocimientos constructivos de los pueblos Kawésqar y Yagán.
Los carpinteros de ribera documentados en Punta Arenas, Puerto Natales, Puerto Edén y Puerto Williams, comparten una historia de migración familiar. La mayoría de ellos o sus familias han arribado desde Chiloé, provenientes de las localidades de Hualaihué, Calbuco (isla Puluqui), Castro (Curahue) y Melinka (localidad aysenina contigua y estrechamente vinculada a Quellón y a la isla de Chiloé en general).