Cerrando un año de acciones orientadas a la difusión del Programa Familias de Acogida (FAE) en la Región, el Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia completó dos ciclos de webinars para Porvenir y Puerto Williams. En cada exposición telemática se abordaron los objetivos del programa, los requisitos para ser guardador, así como el acompañamiento profesional que reciben los interesados durante el proceso de acogida. Ambas instancias convocaron a miembros de organizaciones sociales, funcionarios públicos, así como de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública, además de profesionales de recursos humanos de algunas de las principales empresas que operan en ambas provincias.
Las jornadas se realizaron en conjunto con el proyecto FAE Nazareth de Fundación Esperanza y contaron con la colaboración de PPF Porvenir y la Oficina de Protección de Derechos de Puerto Williams. Andrés Cartagena Villavicencio, funcionario a cargo de la difusión de este programa en la región, precisó “El éxito de este programa es una tarea mancomunada. Las charlas, actividades en terreno, publicaciones y material impreso que hemos desarrollado durante el año, son solo un complemento a la gestión que los proyectos realizan en nuestro territorio. FAE Nazareth y FAE Natales son los que captan, evalúan, capacitan y acompañan a los guardadores durante la extensión del acogimiento. Queremos recuperar el índice de interés y la cantidad de Familias de Acogida que teníamos antes de la pandemia y para ello el boca a boca de la ciudadanía, así como la colaboración de los medios regionales, es trascendental”.
El programa de Familias de Acogida busca proporcionar transitoriamente un entorno seguro para aquellos niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados gravemente en sus familias de origen. Durante este tiempo, los guardadores asumen su completo cuidado y crean juntos un nuevo contexto de afecto y respeto. En paralelo, los proyectos FAE ejecutan un proceso interventivo orientado a detener y subsanar las situaciones y conductas vulnerantes detectadas, restituyendo con ello – y a la brevedad – el derecho de todo niño, niña y adolescente a vivir en familia.