Su obra trasciende. La Abuela Cristina Calderón Harban, fue reconocida de manera póstuma el reciente lunes, por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en el marco de acciones insertas en la celebración del Día Nacional de la Artesana y Artesano.
En emotiva ceremonia, efectuada en dependencias de la Sociedad de Instrucción Popular de Magallanes y en la que estuvieron presentes Lidia González, Mauricio Zárraga, Luis Zárraga y Eugenio Calderón, hijos de la homenajeada, se hizo entrega de un galvano que simboliza el aporte de la referente del pueblo Yagán a la artesanía regional y disposición permanente para compartir técnicas milenarias del tejido en junquillo, oficio que constituye parte del patrimonio de su cultura.
“En este acto, muy simbólico, resignificamos el legado de la abuela Cristina Calderón, quien a través de la artesanía no sólo nos transmitió saberes y técnicas ancestrales, sino que además nos enseñó y compartió de manera muy generosa parte de la cultura de su pueblo. Ella sigue vigente y nuestra tarea es mantener vivo su legado, compartirlo y difundirlo», comentó el Seremi de las Culturas, Diego García, quien encabezó la ceremonia junto a sus pares de Bienes Nacionales, Gloria Aravena y Medio Ambiente, Daniela Droguett, artesanas y artesanos.
La jornada consideró un saludo del Seremi de las Culturas y la exhibición un vídeo protagonizado por Cristina Calderón, contando detalles de su trabajo artesanal. El registro, elaborado el año 2021, formó parte de la iniciativa denominada Fibras de Origen, cuyo propósito en su gestación fue difundir y poner en valor los saberes de artesanas tejedoras de junquillo de los pueblos Yagán y Kawésqar.
“Muchas gracias, nos emocionamos con todos mis hermanos. Estamos felices, felices… qué más le puedo decir. Tengo un nudo en la garganta”, expresó conmovido Mauricio Zárraga.
Mientas que Lidia González, se refirió a la tarea que siempre le encomendó su madre. “Primero que todo, estoy muy emocionada. Aún me cuesta un poco verla en imágenes, porque su partida es muy reciente. Estoy feliz que le hagan un reconocimiento y ella también estaría feliz, porque fue una mujer de diálogo, muy social y le gustaba mucho conversar y enseñar, sobre todo la artesanía. Ella siempre a toda la familia, a los hijos y nietos, nos enseñó sobre la artesanía. La abuela Cristina, con mi tía Úrsula, fueron impulsoras en la familia para que esto no se perdiera, nos dijeron que se debía hacer para conservar esta tradición, que es parte de nuestra cultura”, precisó.