Como no sucedía desde hace muchos años, dos de los principales equipos de fútbol en el país que concitan adhesión entre la población, se encuentran peleando palmo a palmo por el título.
Tal confrontación deportiva ha ido escalando hacia enfrentamientos verbales y descalificaciones entre los hinchas de ambos equipos.
Si no hay un acabado control de estas manifestaciones de parte de los mismos fanáticos, podríamos tener nuevamente a miles de compatriotas dándose como bombo en fiesta, destruyendo lo que encuentran a su paso, quemando las banderas del adversario y pretendiendo que quienes observan tomen partido por una u otra enseña.
Se agreden verbal y físicamente, llegando hasta a matarse cuando el nivel de estupidez es superado, lo que lamentablemente ocurre muy a menudo.
2.- Trabajadores muertos mientras cumplen sus funciones sin posibilidad de recibir indemnización por años de servicio, decenas de huelgas ignoradas por los medios de comunicación, miles de conversaciones por wasap que dejan claro el nivel y la forma en que actúan los dueños de este país y sus servidores, hombres y mujeres guardando silencio ante acoso laboral y sexual porque temen perder su empleo si denuncian, mientras algunos que parecen no entender nada están más preocupados de atacar ofender y humillar al que luce una camiseta deportiva diferente.
Basta ya de seguir con la brújula perdida, es momento de entender que además de poder ser hinchas de cualquier equipo, tenemos el derecho, la obligación de unirnos para luchar contra quienes nos abusan.