El año pasado el Congreso Nacional aprobó una reforma cuyo propósito era establecer una excepción a la prohibición constitucional del Banco Central de adquirir -de manera alguna- documentos del Estado, sus organismos o empresas. A propósito de la discusión constituyente, el candidato Rodrigo Álvarez explicó que “se trató de un hito relevante pues el Capítulo XIII de nuestra Constitución, que es el que regula al Banco Central, no había sufrido modificación alguna desde 1980”.
El candidato a la Convención Constitucional, que es profesor de Derecho Comercial en la Universidad Católica, explicó que “dicha reforma inicialmente generó dudas pues varios expertos señalaban que los riesgos relacionados a la nociva práctica del financiamiento monetario de los déficits fiscales continuaban vigentes”. En su opinión, “la propuesta legislativa, que buscaba permitir que el Banco Central pudiera acudir a instrumentos no convencionales en circunstancias excepcionales y transitorias, contenía una serie de resguardos que permitían despejar las dudas”. En dicho contexto, Álvarez afirmó que los resguardos eran “primero que solo se podría acudir a esta herramienta en ocasiones excepcionales y con el fin de resguardar los pagos internos y externos, segundo que la adquisición de documentos se permitiría únicamente en el mercado secundario abierto; y, finalmente, que la materia requería que el Consejo del Banco Central adopte dicho acuerdo con un quórum superior al que opera en la generalidad de los casos”.
Compromiso de conservar la autonomía constitucional del Banco Central
Al ser consultado sobre el futuro del Banco Central en la Nueva Constitución, Álvarez fue enfático en señalar que “la autonomía del Instituto Emisor, tanto legal como de ejercicio, no está garantizada. En los últimos años hemos podido observar que existen riesgos crecientes que podrían afectar su autonomía”.
A modo de ejemplo, el académico afirmó que “existen grupos, como el Frente Amplio, que creen que es conveniente incorporar de manera expresa nuevos objetivos al Banco Central (como la maximización del empleo y la diversificación productiva). Me parece un error por dos razones. Primero porque dificultaría, dado que muchas veces son objetivos incompatibles, cumplir su función esencial que es la estabilidad de precios; y segundo porque -como señaló en un artículo académico José De Gregorio- pese a que el Banco Central define su objetivo respecto de una meta de inflación, sus decisiones también consideran el costo en términos de desempleo que causa la consecución de dicha meta”.
Así las cosas, el abogado fue claro en manifestar su opinión de cara al debate que se generará en la Convención Constitucional: “estoy a favor de que el Banco Central, que ha demostrado ser una institución que cumple de manera eficiente con su mandato y que es reconocido internacionalmente, conserve la autonomía constitucional de la que goza”.
Resaltando su éxito, Álvarez señaló que “si uno revisa la evolución de la inflación en Chile, es posible afirmar que -desde 1990 en adelante- el Banco Central ha mostrado su compromiso con su mandato de velar por la estabilidad de la moneda. Hoy en día tenemos una inflación controlada y en línea con el rango meta autoimpuesto por el ente emisor. Su éxito, que está absolutamente documentado y que es apreciado por los expertos, se debe fundamentalmente a la independencia y autonomía con la que toma sus decisiones. Ante tal situación, y considerando lo nocivo que es tener una alta inflación para el país, estoy comprometido con resguardar y fortalecer lo más posible el rol que desempeña el Banco Central autónomo”.
Finalmente, el candidato sostuvo que “para que nuestro país pueda financiar de manera sostenible las iniciativas sociales que necesitamos, debemos contar con una institucionalidad económica que nos ayude a mantener la inflación controlada y a conservar la disciplina fiscal. Nuestro país requiere cambios en muchas materias, y estoy comprometido con ellos. Necesitamos que nuestros adultos mayores tengan mejores pensiones y que la salud sea de buena calidad para todos, por nombrar dos temas fundamentales. Si queremos mejoras en dichos ámbitos, debemos tener un Banco Central que sea autónomo y que esté alejado de las presiones políticas de corto plazo. Debemos, en definitiva, valorar y resguardar el rol que ha jugado nuestro Banco Central en la estabilidad de precios”.