En el marco de la sesión mensual del Consorcio de Universidades del Estado de Chile, CUECH, realizado en la Universidad de Magallanes, las 18 universidades públicas del país suscribieron una postura común en adhesión al movimiento académico del Consejo Interuniversitario de Argentina (CIN), ante la compleja crisis que atraviesa el sistema universitario público de esa Nación, producto de políticas gubernamentales equivalentes a las aplicadas en Chile durante la dictadura militar y que han significado un progresivo detrimento del rol del Estado respecto de la educación superior pública.
En la carta titulada “Argentina: Educación pública es más desarrollo y bienestar humano”, las rectoras y rectores de Chile manifestaron su absoluta adhesión y solidaridad con las demandas levantadas por las universidades argentinas: “El deterioro del sistema científico, tecnológico y de innovación en Argentina; así como la suspensión total de obras de infraestructura científica y universitaria en ejecución -denunciado por las comunidades académicas- es un camino que hipoteca irremediablemente el presente y futuro del país y sus ciudadanos”.
“Este retroceso preocupa a todas las comunidades científicas a nivel internacional. Recientemente 68 científicos y científicas Premios Nobel suscribieron una carta en defensa del rol de los Estados -en particular en este caso del Estado Argentino- en la promoción y financiamiento de la investigación científica, piedra angular del desarrollo tecnológico y bienestar humano”, señalan en la declaración pública.
Para el Consorcio de Universidades del Estado de Chile, CUECH, las políticas emprendidas por el gobierno argentino condenan a las sociedades latinoamericanas a seguir padeciendo el obscurantismo del subdesarrollo: “Las restricciones y precariedades que subyacen en los modelos de aranceles universitarios basados en subsidio a la demanda o la privatización forzosa del conocimiento científico y tecnológico, mediante la estrangulación del aporte fiscal a las Universidades e instituciones de investigación académica, lleva inevitablemente a la pérdida de soberanía nacional sobre los datos científicos y merma las posibilidades de usar el avance de la ciencia y de la tecnología en beneficio de las personas”, plantea la misiva de las instituciones chilenas.
“En Chile, aún después de 50 años, no hemos logrado superar un paradigma basado en concepciones mercantiles para entender la educación pública y que no reconocen la importancia estratégica de la investigación para el desarrollo de los países. Ello nos obliga a permanecer en alerta para evitar que el abandono histórico que el Estado chileno ha dado a sus universidades públicas se intensifique y se retroceda en los escasos avances que hemos logrado en los últimos años”, enfatizaron rectoras y rectores.
“Menos financiamiento y menos promoción de la educación pública, de la ciencia y tecnología es más pobreza y subdesarrollo. Solo más educación pública nos permite aspirar a más desarrollo y bienestar humano” concluye la carta.