Hace casi una década, un medio de comunicación me preguntaba, ¿Qué le falta a Punta Arenas, para ser una gran ciudad?, le conteste lo que sigue.
Para ver lo que le falta a nuestra ciudad debemos partir con las cosas que tiene y que debemos procurar mantener y acrecentar. Esta opinión además no pretende ser crítica a gestión alguna, pasada, presente o futura, muy por el contrario.
Algo que debe cuidarse es la Ciudad integrada en que vivimos, en que convivimos todos en todos nuestros barrios, poblaciones, villas y espacios, no existiendo segregación y discriminación en general.
Debemos mantener y acrecentar nuestras escasas áreas verdes, a pesar de todo Punta Arenas en una ciudad con escasos espacios verdes, y los que tenemos debemos potenciarlos y desarrollarlos lo más posible, algunas menciones, Parque Chabunco, Parque Don Bosco, Parque Inundable Ramón Rada y María Behethy, mención especial merece la Reserva Magallanes tan próxima a la Ciudad y tan poco disfrutada.
Hemos logrado buena infraestructura en general, destacándose por ejemplo los sistemas colectores de aguas lluvias y la pavimentación, pero fallando casi siempre en su mantención adecuada, permanente y oportuna, no da lo mismo colectores sucios y tapados y calles llenas de baches.
Sobresaliente el Mercado Municipal, nuestra canchas y la infraestructura deportiva, faltando si un lugar de encuentro del arte, la cultura, los eventos y el deporte, pero techado.
También destaca nuestro Teatro Municipal, pero nos falta un lugar para los que se atreven a navegar nuestras aguas, una marina abrigada, donde puedan permanecer durante el año las embarcaciones, o un Edificio Consistorial, digno de la comunidad que debe atender en forma moderna y eficiente, lo mismo que un rodoviario.
Cómo no destacar nuestro Hospital Regional, envidia de otras regiones y profesionales de la salud que nos visitan, que con sorpresa ven lo logrado con el trabajo conjunto de la Región y del Ministerio, claro que se deberá mejorar la capacidad de atención, las condiciones laborales de los sacrificados funcionarios tanto profesionales como técnicos y administrativos.
Debemos mantener y mejorar nuestra conectividad, especialmente la digital, que tanto nos falla, ser una ciudad más amistosa con sus habitantes con capacidades especiales y sus adultos mayores.
Esforzarnos por mantener nuestra forma y calidad de vida, que aún permite pasear por nuestras calles y avenidas con seguridad, conociendo a nuestros vecinos, siendo solidarios y fraternos, ocupando los espacios públicos, etc, afianzamos la seguridad ciudadana.
Debemos ser de verdad un centro que desde Chile y el mundo elijan para realizar sus eventos, encuentros, seminarios y turismo, al menos ser la ciudad de servicios que acoge y se transforma en la base de operaciones de toda la Patagonia y especialmente del Territorio Antártico.
Mejores sistemas de emergencias y de prevención, nunca más un evento previsible, como el desborde de nuestro Río de Las Minas, puede provocar tanto daño material como psicológico, y aquí al parecer estamos haciendo poco, sólo remediando malamente lo material, pero sin mitigar lo emocional, sin prevenir la próxima crecida. Es bueno prepararse para un terremoto y un tsunami, pero es también necesario hacerlo para las avenidas de los ríos, los temporales de viento y las nevadas.
Debemos en definitiva prepararnos y preparar el Punta Arenas del Quinto Centenario, De 1520, nuestro encuentro con el mundo occidental al 2020, quinientos años después debemos poder ser el Faro del desarrollo y progreso del cono sur de América, pero un desarrollo sustentable, respetuoso del medio ambiente, que crece con equidad y en justicia social.
Juzgue usted querido lector y haga su propio análisis, que sea una buena semana.