1.- Sostenemos que en la negociación colectiva los trabajadores deben jugar un rol fundamental. Preparar el proyecto, seguir con atención a sus dirigentes dando cuenta de las conversaciones, así como la ultima oferta de la empresa. Con disciplina han de resolver si votarán o no la huelga.
Esto que se entiende como tan obvio, se está transformando a veces en un problema insoluble para la organización sindical y en estos tiempos de diálogos, acuerdos y componendas, a comenzado a desarrollarse un tumor que debemos extirpar rápidamente, antes de que infecte todo el cuerpo social.
En efecto, no son pocos los directorios sindicales que no consultan a las bases para hacer el proyecto.
Se ha instalado la malsana costumbre de contratar asesores para confeccionar los proyectos y hasta se les entrega a ellos la potestad de discutirlos con los patrones, saltándose la consulta a los socios del sindicato, que debieran ser siempre los actores principales en este proceso.
Pero, cuidado, que también los trabajadores están tomando malas costumbres.
No asisten a las asambleas, dejan todo en manos de los dirigentes y solo les interesa el «bono de termino» y mas contentos se ponen si el patrón les da un «préstamo blando «, pagado en hartas cuotas y sin intereses ni reajustes.
Ya ni siquiera son capaces, en algunos casos, de mantener lo que viene de negociaciones anteriores. El dinero en efectivo parece ser lo único que importa.
La utópica ilusión de un Paro General seguirá en este estado, mientras no tengamos la capacidad de darnos cuenta que el sistema ha penetrado la ideología basica de los trabajadores, y tenemos que salir a recuperar esa esencia antes de que sea demasiado tarde.
2.- Sin duda que a de ser importante que las organizaciones sindicales sientan como una obligación, promover a algunos de sus filas como candidatos en el próximo proceso constitucional, pero queda la duda si las mismas organizaciones discutieron con sus asociados que tipo de Constitución queremos, y cuales son las cuestiones mínimas que los trabajadores sienten que deben estar en el texto que se va a elaborar.
Nos estamos llenando de candidatos y nada que aparecen los mínimos por los que se va a dar la lucha en cada uno de los sectores sociales, trabajadores incluidos.
3.- Estas y otras cuestiones son las que han ido alejando a los trabajadores de la organización, que instalan las desconfianzas y la poca credibilidad en el instrumento, que es vital para sacar a la clase del estado en que se encuentra.
Como va a ser más importante levantar polos de cualquier nombre o coordinadoras de lo que se nos ocurra, sin pensar primero en educar a los trabajadores en sus derechos básicos, para luego ayudarlos a organizarse en sindicatos que les permitan prepararse para la primera de sus luchas, la lucha económica al interior de la empresa.
Mientras no le pongamos el cascabel al gato, seguiremos dando palos de ciego y, mas temprano que tarde, los trabajadores van a pasar la cuenta.