1.- El dirigente sindical Guillermo Solís Ulloa fue detenido en la mañana del 31 de Julio y presentado ante un tribunal algo más de 24 horas después, momento en el que fue dejado en libertad luego de que su detención se declarara ilegal.
¿Quién responde por esto?
Al igual que Guillermo, son miles los ciudadanos vejados por el gobierno de Piñechet y su brazo policial armado Carabineros de Chile.
Ellos detienen, golpean e inventan causales, pero no hay como lograr que se les sancione cuando queda establecido que mintieron.
Este Chile de discriminación, castigo y mentiras, ocultado permanentemente, contrasta con aquel que muestran sin pudor alguno los medios de comunicación y en el que se permiten caravanas de vehículos y personas, mientras se viven cuarentenas totales, caravanas que cuentan con vigilancia policial y por las que no hay sanción alguna.
Guillermo y otros compañeros y compañeras se multiplicarán y seguirán saliendo a la calle, con sus lienzos y banderas, por todo Chile. Seguramente los volverán a encarcelar, pero no sé quedarán quietos. A fin de cuentas, luchan, en condiciones dispares, por un Chile más digno. Fuerza a todos y todas.
2.- Varias son las propuestas que hemos presentado como organización sindical en estos años. Fueron silenciadas por los instrumentos de comunicación del capital, además de miradas con recelo por los propios trabajadores.
Tuvo que desarrollarse una pandemia para que recién millares de asalariados pudieran constatar, que cuando les hablábamos de abuso y de explotación, no era un discurso antipatrones sino una realidad a la que se enfrentan millones de trabajadores en Chile y el mundo.
La «nueva normalidad» que se viene anunciando generará millares de desempleados (se dice que ya se acercan a los 3 millones los chilenos sin trabajo) por lo que con más fuerza que nunca requerimos exigir una jornada de 8 horas diarias continuas de trabajo, por 5 días en la semana.
Esta sola modificación legal permitirá generar decenas de miles de puestos de trabajo y terminara de una vez con una de las tantas leyes anti trabajadores existentes en el código del trabajo.
Las organizaciones sindicales tienen la obligación de presentar sus propuestas de cambio.
Deben generar encuentros unitarios para elaborar una demanda lo más amplia posible, que pueda llegar a los trabajadores de todo el país y ser asumida por estos.
Los patrones van a ir con todo para resarcirse de sus pérdidas y los grandes afectados serán quienes tengan empleo. Se les intentará cambiar las condiciones de los contratos e incluso despedirlos sin pago de indemnización. Solo conscientes de sus derechos y unidos unos con otros podrán enfrentar lo que se viene.
La unidad que tanto invocamos solo será real y efectiva con trabajadores organizados.