Hace más de dos años comenzó a discutirse la propuesta del plan de administración del Parque Marino Islas Diego Ramírez-Paso Drake creado en 2018 y que abarca una superficie de 144 mil 390 kilómetros cuadrados. Los 17 talleres se realizaron desde agosto de 2020 y contaron con la participación de más de un centenar de actores en el proceso convocado por la Universidad de Magallanes, Instituto de Ecología y Biodiversidad, Universidad Católica del Norte, Universidad de La Serena y el Fondo de Investigación Pesquera y Acuicultura, dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción.
En el taller de cierre la académica en biología y ciencias naturales, con maestría en estudios ambientales, del Centro ESMOI-Universidad Católica del Norte, Rosa Garay, quien junto a otros profesionales trabajó en el estudio para definir el plan general de administración, expuso los programas del plan proyectados a cinco años plazo. Este considera subprogramas de investigación, manejo, fiscalización- vigilancia y extensión.
En el taller también participó la delegada presidencial provincial de la provincia Antártica, María Luisa Muñoz, quien destacó la necesidad de generar confianzas en la iniciativas de conservación, incorporar de manera más robusta a las comunidades que están en el territorio[EB1] .
El vicerrector de Ciencias y Post Grado de la Universidad de Magallanes y director del proyecto, Andrés Mansilla, afirmó que este ha sido un proceso de gran aprendizaje y de desafíos tanto para la región como para el país en la implementación de un Plan General de Administración para el Parque Marino Islas Diego Ramírez-Paso Drake, en un contexto en el cual “Chile está marcando la pauta en lo que es la conservación de su océano o de las áreas marinas y tiene el gran desafío de implementarlas”.
Luego agregó que “para la UMAG es parte de nuestro rol como universidad regional y del Estado aportar a la gestión efectiva de las áreas protegidas, con este proyecto demostramos que no sólo se creó el parque, también avanzamos en su gestión y el desafío es involucrar a la comunidad y los usuarios del parque. La conservación debe ser una oportunidad para promover bienestar, nuevas formas de desarrollo, respeto por la biodiversidad y mejorar los estándares en los procesos económicos, nos alegra como UMAG aportar en este desafío regional y de relevancia internacional”.
Respecto a la gestión del Parque, Mansilla destacó que la propuesta pone énfasis en cuatro aspectos sustantivos, primero legitimidad, para ello recomiendan realizar la consulta indígena e integrar el concepto de cogestión, segundo la coordinación y colaboración de los organismos del Estado, los presupuestos son acotados y “debemos promover la colaboración para abordar las amplias tareas que tienen las áreas protegidas y tercero ciencia con alta pertinencia y pública. La investigación que se propone es para abordar los desafíos de gestión, más allá de los legítimos intereses de los investigadores, debemos generar el conocimiento que permita la gestión de nuestro territorio y maritorio, es nuestra visión desde UMAG. Por último, la propuesta considera gradualidad, las distintas fases se irán implementando en el tiempo y no será algo automático”.
Para Mansilla también es relevante que durante este proceso se está consolidando a la ecorregión subantártica y nuestra región como un laboratorio natural de gran importancia para estudiar los efectos del cambio climático y paralelamente está el desafío de la descentralización con la elección democrática de los gobiernos regionales que tienen un rol relevante en la administración de sus territorios y donde la Región de Magallanes y Antártica Chilena resalta como un polo de desarrollo científico y tecnológico: “Debemos disponer de los instrumentos adecuados para movilizar recursos que permitan financiar la conservación y también promover mayor bienestar de las comunidades, concluyó el vicerrector de Investigación y Post Grado de la UMAG y director del proyecto, Andrés Mansilla.