Estamos contra el tiempo… en menos de 60 días está previsto que se realice el plebiscito para definir si como país nos daremos o no una nueva constitución y, en la afirmativa, quiénes serán los responsables de llevar adelante dicha tarea.
A no dudarlo, es éste un momento histórico, quizás el más importante y trascendente desde el retorno de la democracia.
Tras el estadillo social de octubre y la Pandemia resulta más evidente y urgente que nunca superar la constitución del 80 y avanzar en un nuevo pacto social en el que todos nos veamos representados. L@s ciudadan@s tenemos por primera vez en toda nuestra historia republicana la posibilidad de ser partícipes y responsables de nuestro futuro.
El desafío no es menor. El proceso en curso supone necesariamente una alta participación ciudadana en el plebiscito del 25 de octubre, pero, también, y no menos importante, que las opciones apruebo y convención constitucional resulten triunfadoras con altísimos porcentajes de votación.
La cuota de incertidumbre viene dada por el temor a un rebrote del virus, que eventualmente pudiera afectar la participación electoral y, con ello, alentar interesados cuestionamientos respecto de la legitimidad del proceso.
De allí que surja con más fuerza que nunca, la urgente necesidad de avanzar en medidas concretas que garanticen un plebiscito seguro y participativo. Ambos aspectos están indefectiblemente relacionados, el evidente interés de la ciudadanía por participar dependerá en último término de las garantías sanitarias existentes el día de la votación.
En tal sentido, el pasado martes 25 se promulgó la ley que otorga mayores facultades al Servicio Nacional Electoral (Servel), permitiéndole tomar las medidas sanitarias que estime conveniente y sin la necesidad de modificaciones legales para que el plebiscito se desarrolle de manera segura.
El Servel tiene plazo hasta el 10 de septiembre, es decir 45 días antes del plebiscito, para presentar el protocolo de votación.
Entre las medidas que se han barajado se encuentran cambios en el número, características y aforo de los locales de votación, la extensión en el horario de funcionamiento de las mesas de sufragios (hasta 12 horas), horarios preferentes para grupos de riesgo, el otorgar opciones de voto para covid positivo e inversión en seguridad.
Si bien, el responsable último del plebiscito es el Gobierno, l@s ciudadan@s también deberemos poner de nuestra parte para el éxito de este proceso: primero cuidándonos para poder votar. Cuídate y cuida tu plebiscito es la consigna. Luego, informándonos de todas las medidas sanitarias dispuestas por el Servel para ese día. Esta definitivamente no será una votación más, como cualquier otra que hayamos participado, si nos cuidamos ese día haremos Historia. “SINOPAQUÉ!”