Al parecer los eventos electorales de la última semana, han alterado los ánimos en todo el mundo político chileno. Izquierdas y derechas, sacan cuentas alegres, o no tanto, del número de candidatos electos, a los 4 distintos procesos que se dieron el 15 y 16 de mayo. Quizás lo más dramático se dio en la centro izquierda, con su fallida inscripción de primarias. Mas allá de las razones de ese fracaso, cuya responsabilidad recae en quienes optaron por no enfrentar en primarias presidenciales, a la ex concertación. Lo cierto es, que la reacción apresurada y poco reflexiva. del liderazgo político de la izquierda moderada, los llevó a auto inflingirse un daño innecesario e injustificado.
En Chile, la medición de las fuerzas políticas, se hace en base a los resultados de la votación de concejales. Y los datos en términos de votación absoluta de la semana pasada. Otorgaron una cifra en torno a los dos millones 200 mil votos a la centro izquierda, y dos millones 100 mil votos a la derecha, quedando el Partido comunista y su aliado el FA con una cifra en torno a un millón 300 mil votos. Estas cifras muestran una sólida votación de los partidos de centro izquierda. Y una votación no despreciable de los partidos de la derecha. El desprestigio y rechazo al mal gobierno de Piñera, parece no influir tanto en el resultado de concejales, donde si bien la derecha reduce su votación, aún conserva un apoyo considerable. Mas allá de las luces, y gran despliegue mediático de las figuras electas comunistas, en lo concreto, la centro izquierda sigue siendo el sector opositor mayoritario en Chile.
Quien gobernará a Chile a contar del 2022, es muy probable que lo determine, la primaria convencional de la centro izquierda, de donde saldrá la figura política que puede darle gobernabilidad a Chile. Dando respuesta a su vez, a las múltiples necesidades que el actual gobierno dejará pendientes.
El país no está en condiciones de soportar más discursos de odio, y de exclusión. EL país no quiere más abusos, pero tampoco más voladores de luces. Chile quiere paz y justicia social, en libertad. Que nadie tenga derecho a vetar o a excluir, y mucho menos a imponer sus ideas o sus proyectos políticos por la fuerza o la intimidación.
Necesitamos autoridades políticas que propicien el dialogo y el encuentro entre los chilenos, no que siembren divisiones y generen peleas, incluso entre sus más cercanos. Dar gobernabilidad es eso, garantizar que cada chileno y chilena, podrá desarrollarse, en un ambiente libre. Donde ningún organismo del estado, autoridad o partido político, coaccione, limite o amenace el libre desarrollo de las personas.
Dar gobernabilidad al país, es garantizar que podremos desplazarnos por nuestras calles y avenidas, sin temor a la violencia. Esa violencia que ha destruido el mobiliario urbano, pequeños comercios, y vandalizado plazas y jardines. Ese es el deber de nuestro liderazgo político en democracia. Tender puentes, construir caminos de entendimiento, y forjar alianzas donde todos y todas nos sintamos representados.
La semana que pasó tuvo momentos de mucha tensión, sobre todo en los episodios de maltrato a figuras como la senadora Ximena Rincón, y al presidente del PPD Heraldo Muñoz. Ese no es el Chile que queremos, las diferencias políticas, sociales o religiosas, pueden y deben expresarse, pero de otro modo. Para eso es el voto. Y en esto, la semana también trajo buenas noticias, no son los que gritan más alto, o los más puros de la revolución mundial, quienes fueron favorecidos por los chilenos y chilenas. La centro izquierda es el sector político más votado, y dentro de la centro izquierda, el partido con mayor votación en concejales en Chile, es la Democracia Cristiana. Este dato, constituye un motivo de vergüenza para todos aquellos que han repartido epítetos descalificatorios. El pacto electoral de la centro izquierda, la Unidad constituyente, eligió 128 alcaldes versus 21 electos por el pacto PC/FA, en concejales obtuvo 837 versus 338 del pacto PC/FA. En gobernadores regionales 2 electos, una en Aysén y otro en nuestra región de Magallanes, y 11 que compiten en segunda vuelta. Mientras el PC/FA eligió solamente 1 y lleva dos a segunda vuelta.
El partido socialista de Chile, es el partido de la centro izquierda que obtuvo un mejor resultado en alcaldes, concejales y constituyentes. Es el partido que apoya a Paula Narváez a la presidencia de la República, candidatura apoyada también por el PPD, el partido Liberal, y el pacto Nuevo Trato. Mas allá del intento fallido de captura, de las descalificaciones y los vetos, esta candidatura representa lo que el país necesita. Y a aquellos sectores que pretendieron socavar la unidad de la centro izquierda. Se los dijo muy claro, el presidente del PS, Álvaro Elizalde, “Al partido del presidente Allende, no se le humilla”.