La Seremi de la Mujer y Equidad de Género describió a Pepa Andrade Adriazola como una mujer adelantada a su tiempo, con preocupación constante por la comunidad en general y con acento en el bienestar de las mujeres.
Alejandra Ruiz dijo que la muerte de María Josefina Andrade es motivo de tremendo pesar para la región porque fue una mujer que entregó lo mejor de sí en beneficio de la población: “Fue de las primeras en hablar de prevención de enfermedades de transmisión sexual, visitó a las trabajadoras sexuales haciendo campaña y concientizándolas de hacerse los exámenes preventivos y luchó por contar con un centro de salud móvil para atender a los sectores más alejados y sin acceso”.
La histórica matrona nación en Punta Arenas el 19 de enero de 1939, a partir de 1957 se traslada a Santiago, y en 1962 recibió el título de matrona, desempeñándose en la maternidad del Hospital del Salvador y en el mes de julio de 1964 solicitó su traslado al Hospital de Punta Arenas.
Tras un breve paso por el Hospital de Porvenir, trabajó en el Policlínico de la Población 18 de Septiembre, siendo ésta; según su propias palabras; la experiencia más enriquecedora. Durante ese tiempo le correspondió también atender a pacientes de los policlínicos de Playa Norte y de la población Carlos Ibáñez.
Durante los últimos años de su carrera, antes de su jubilación, estuvo a cargo de los programas de salud de la mujer y de enfermedades de transmisión sexual, ejecutando varios proyectos e iniciativas propias destinados a la prevención.
Alejandra Ruiz agregó que “Pepa Andrade no sólo fue una mujer pionera en el ámbito de la salud, lo que le valió ser reconocida como Mujer Destacada y Ciudadana Ilustre de Punta Arenas, sino que también fue defensora de los Derechos Humanos durante la dictadura cívico militar, prestando apoyo y ayuda a los perseguidos”