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PARTICIPACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA por Paola Fernández Gálvez

Esta semana la Sala del Senado despachó el  proyecto que permite que el Servicio Electoral de Chile  pueda dictar -sin necesidad de hacer modificaciones legales en cada caso- medidas que permitan realizar un plebiscito de manera segura en medio de la emergencia sanitaria.

Plebiscito seguro y participativo, escuchamos en voces de distintos actores políticos ,   que a ratos parece ser más un slogan  que una meta,  ya que anterior a estas condicionantes, se debe tomar medidas  que puedan garantizar que los ciudadanos podamos concurrir con  tranquilidad  y certidumbres a sufragar , con  acciones comunicacionales , sanitarias y logísticas claras .

Es así,   como las organizaciones de la sociedad civil y redes profesionales plantean ante el Servel   colaborar para que exista  una toma de decisiones amplia, informada, inclusiva, que sume diversidad de voces y contribuya a generar una percepción positiva sobre las medidas para celebrar el plebiscito.

A 70 días de la elección,  el Plan paso a paso parece ser insuficiente ,  por ello , debe primar el manejo eficiente de la pandemia  ,    es tiempo de enmendar la evidente falta de dialogo que ha existido en los distintos niveles  territoriales, así avanzar al  control efectivo ,  se  echa de menos la validación  de instancias locales con la presencia de expertos, autoridades y sociedad civil, más allá de deslindar culpas o responsabilidades de una vereda a otra, la magnitud esta emergencia requiere de escuchar con  humildad  y comprensión . Los actuales datos  de contagios en nuestra región, el relativismo  y hasta a veces exitismo comunicacional  son señales equivocas, que solo aportan a la profundización de la desconfianza.

Una  mezquina cuenta  si se quiere  poner  un  manto de sospechas , miedos  sobre la realización del esperanzador  proceso deliberativo, paradójico  que tenga más riesgos ir a votar que  al supermercado.

 Hay medidas  urgentes que deben asumir, para combatir la amenaza de manipulación que representa la desinformación, sabido es, que esto tiene  efectos directos  sobre la  concurrencia   a votar   donde menos participación electoral hay,  grupos y territorios vulnerables.

En la misma línea pendiente  está,  normar el avisaje en plataformas online,  el financiamiento privado, transparencia y control del gasto electoral. Temas que se desdibujan en la vorágine de la emergencia.

El plebiscito de octubre es una de las 154 votaciones que se harán este año en el mundo, entre los meses de  enero a  agosto se han celebrado 58 elecciones, no  existiendo   evidencia que  en esos   lugares  haya  mayores contagios, hospitalizaciones o muertes por Covid 19.

La  legitimidad  de este proceso electoral, dependerá de las condiciones de seguridad e información en el cual se desarrolle,   en el contexto de  debilitamiento de la confianza en las instituciones tradicionales de la democracia representativa,   se debiese impulsar una fuerte iniciativa de la sociedad civil, autoridades de gobierno y de los partidos políticos para fomentar una masiva participación.

A casi 4 décadas del oscuro  plebiscito del 80  , es un imperativo ético hacer los esfuerzos en unidad  para que obtenga amplia mayoría  la opción  Apruebo ,  pues  nos debemos  como sociedad este  reencuentro, la posibilidad de opinar  , abrir el camino para discutir sobre los temas sustantivos   y  que a través del proceso constituyente  cada ciudadana/o   deje su huella  en la  nueva constitución

Paola Fernández Gálvez

Licenciada en Ciencias Políticas

Colectivo Vanguardia Comunitaria