Vamos a decirlo con la mayor claridad del mundo para no dejar lugar a dudas.
Los reclamos, las quejas sobre distintas anomalías, no deben hacerse llegar a las empresa via wasap o correos electrónicos. Según lo entendemos, para lo único que está validado el correo electrónico como instrumento de uso entre las partes, es para el proceso de negociación colectiva.
Pero los reclamos por incumplimientos, las faltas de respeto o cuestiones mayores, ni se pueden reclamar a los supervisores o jefes intermedios, ni menos a través de wasap, correos o constancias verbales.
Es probable que un abogado nos enmiende la plana y diga que un correo puede servir en un juicio, pero preferimos seguir insistiendo a dirigentes y trabajadores que los mejores instrumentos son el reclamo escrito ante la empresa (gerencia de recursos humanos o similar) y el reclamo ante la Inspección del trabajo.
Reclamo escrito, no constancia, como algunos acostumbran colocar pues por si no se han dado cuenta, en la misma constancia escrita a pie de letra dice que ella no sirve más que como tengase presente. No habrá fiscalización si solo hay constancia.
2.- De la misma manera debemos seguir matando el mito que muchos trabajadores aún mantienen vigente, respecto de que algunas cosas de mal trato que suceden en las empresas son porque las jefaturas intermedias se arrancan con los tarros.
Podría ser esto en un caso de acoso o abuso muy particular, pero la mayoría de las políticas regresivas y anti trabajadores que se aplican en las empresas, son reflejo de la orientación de las máximas jefaturas, de los dueños.
Son ellos quienes fijan las políticas de remuneraciones e incluso el trato que se debe tener con los trabajadores, así es que basta de creerse el cuento de que si los máximos dueños de la empresa supieran lo que pasa en el lugar de trabajo, las cosas cambiarían o serían distintas. Es un sueño con pocas esperanzas de realizarse.
Las cosas solo cambian cuando se toma conciencia de que se es clase y se promueve la organización.