Con el apoyo de la Seremi de Justicia y Derechos Humanos de la región de Magallanes,
Gendarmería de Chile y Cooperativa Rosas Silvestres, el yoga llegó hasta el Complejo Penitenciario
(CP) de Punta Arenas el pasado mes de diciembre. Durante una hora, mujeres de diversas edades
pudieron participar de la clase dictada por la instructora Tamara Ramírez Ramírez.
“El yoga permite crear un momento de pausa y de encuentro con una misma, incluso en
circunstancias difíciles, logrando habitar de forma dinámica el momento presente. Fue muy
gratificante ver cómo las participantes se entregaron a la práctica, demostrando que siempre
existe un espacio para el bienestar y autocuidado”, expresa Tamara.
“Considero muy importante que se puedan generar espacios para pensar en la reinserción social en nuestro país, siendo esto un impulso personal para poder gestar dicha actividad, esperando se
pueda repetir tanto de mi parte- desde el yoga- como desde tantas otras actividades que
promuevan la salud mental, el autocuidado, la integración, los Derechos Humanos, el enfoque de
género y tantas otras posibilidades”, agrega la instructora.
Esta singular iniciativa fue destacada por la Seremi de Justicia y DD.HH., Michelle Peutat Alvarado,
quien valoró los beneficios que representa el yoga para las mujeres privadas de libertad,
aportando a su calidad de vida, bienestar y salud mental, además de potenciar una interacción
grupal y la entrega de herramientas de autoconocimiento. La autoridad se mostró esperanzada
que en este nuevo año sigan prosperando invitaciones realizadas a instituciones y particulares,
que han permitido a la fecha la entrega de herramientas y sus conocimientos a la población penal
femenina en pos de la reinserción, como lo ya realizado a través del Centro de la Mujer, ONG
Raíces e iniciativas como un taller gratuito de maquillaje, entre otras.
“Fue un momento de paz” … “Queremos que se repita”, fueron algunos de los comentarios
emanados por las mujeres participantes de la clase.