La última estadística de desempleo entregada por el INE, para el trimestre febrero, marzo, abril de 2020, alcanzó un 9,0%, a nivel nacional. Días antes, el centro de microdatos de la Universidad de Chile, entregaba el dato para la región metropolitana, un 15 % de desempleo. Ambos datos reflejan uno de los aspectos más duros de la pandemia, su efecto social y económico. Aunque los datos fueron menos malos de los que la propia autoridad del trabajo esperaba. Un desempleo de dos dígitos para la próxima medición, está dentro de los cálculos de todos los economistas. En parte porque la encuesta del INE, no alcanzó a cubrir el mes de abril en su totalidad, y en parte porque en el mes de marzo, no se sentía aún el efecto de las cuarentenas.
En el contexto actual de incertidumbre, de temor incluso, necesitamos nutrirnos de experiencias positivas. La semana pasada, tuve ocasión de conocer la forma en que cuatro empresas chilenas, han sorteado estos tiempos. Las historias las contaron sus propios protagonistas, a través del canal de ICARE.
El caso de Agrosuper, esta es una empresa productora de alimentos, con presencia en mercado europeo, China, América Latina y Estados Unidos. Normalmente opera cumpliendo los más altos estándares de higiene y salud en el trabajo, por lo que incorporar los protocolos del COVID19, no fue difícil. Por tratarse de una empresa productora de alimentos, se encuentra dentro de aquellas calificadas como esenciales, y como tal ha tenido que asegurar la continuidad operacional. Contar con información de primera mano, de sus representantes en Europa y China, fue esencial para asegurar la seguridad de las personas.
Dentro de las medidas adoptadas, lo primero fue enviar en el mes de marzo, a los trabajadores, que forman parte de la “población de riesgo” a sus casas. Ellos están en teletrabajo. Se adaptó la infraestructura para asegurar el distanciamiento físico. Se estableció un canal de comunicación permanente, con los trabajadores y sus familias, también se extendió a las empresas de servicios y los proveedores. La entrega de información relevante ha sido fundamental para tratar los miedos e inseguridades de este tiempo.
MALL PLAZA: Es una compañía que construye y administra centros comerciales. La compañía se preparó para enfrentar la contingencia sanitaria. Se aprendió de las mejores experiencias de países que enfrentaron antes la pandemia. Se adoptó masivamente el tele trabajo. Las primeras dificultades que se debió enfrentar para el “home office”, fue falta de computadores o conexiones de red insuficientes.
Se implementó una práctica de comunicación constante con los colaboradores, con reuniones online. Para atender la condición anímica de los trabajadores. Se verificó que existía preocupación e incluso angustia, en algunos colaboradores. Las primeras reuniones fueron de “ánimo”, no de trabajo. Luego quienes lo requirieron contaron con apoyo psicológico.
El teletrabajo, se aplicó respetando los horarios, de descanso, de colación de los trabajadores. Evitando producir videollamadas fuera de los horarios hábiles. Se encuestó a los colaboradores, para recibir retroalimentación de las medidas adoptadas.
Asimismo, una empresa externa auditará que se estén cumpliendo los protocolos establecidos. El retorno, tiene que ver con sortear la crisis. Para lograrlo, se requiere de equipos ágiles, flexibles, con decisiones descentralizadas. El equipo debe aprender a gestionar la incertidumbre.
Es importante mantener el optimismo. El optimismo permite ver oportunidades para agregar valor. La pandemia ha demostrado que “todos dependemos de todos”, en el planeta, en el país, en la comuna, en el barrio, la familia. Esta constatación, nos va a llevar a un camino de mayor colaboración en todo ámbito.
SOCOVESA: Es una empresa con más de 50 años de desarrollo en el ámbito inmobiliario.
Para tomar el máximo de seguridad, se decidió, en el mes de marzo de 2020, enviar a trabajar desde sus casas, a un primer grupo de trabajadores. El personal de oficina, pasó íntegramente a trabajar desde la home office. En el caso del personal de ventas, se continuó trabajando presencialmente en varios lugares, donde no hubo cuarentena. Se tuvo que definir nuevas herramientas para la gestión de ventas. Adaptarse a una forma de mostrar los pilotos, 100% digital, y contacto con el cliente a través de video llamada. La venta inmobiliaria va a cambiar, las salas de venta van a ser diferentes. La visita al piloto va a ser virtual. La empresa hoy día, ya ha implementado el cierre de la venta, y la firma de promesa de compraventa. Se usa un software de reconocimiento facial, que sustituye a la firma personal.
Se aprecia cambios en la forma de trabajar. Se terminaron las reuniones colectivas, encerrados en una sala de reuniones. Fueron reemplazadas, por video conferencias. En la compañía se está en un proceso de empoderamiento de los niveles locales, para agilizar la gestión, descentralizando las decisiones.
En el caso de faenas, se implementó un protocolo estricto de higiene y salud en el trabajo. Se redujo el número de trabajadores por obra, y se estableció rutinas de trabajo, que aseguraran el distanciamiento físico.
SKY AIRLINES: Línea aérea con 18 años de operación en Chile. En la definición de la misión de la empresa, participaron más de 300 personas, el propósito de la compañía es “Poner el cielo al alcance de todos”. Desde enero de 2020, la empresa inició la revisión del impacto que producía el Covid19, en el resto del mundo. En vuelos internacionales, el nivel de pasajeros se había reducido al 40%, ahí se decide suspender el itinerario internacional. Al poco tiempo, se adoptó la misma decisión sobre los vuelos domésticos. Con una caída del 98% de los ingresos, la primera prioridad de la compañía fue proteger a las personas. Se establece un período “de hibernación”, se realizan ajustes transitorios de remuneración. Se pacta con los trabajadores pasar a jornada parcial. Se reduce de este modo la planilla en un 50%. Como contrapartida, la compañía no ha despedido a nadie. Son 3 mil trabajadores en Chile y 300 en Perú.
El regreso se ha planificado, con no más del 30% de la dotación físicamente en el lugar de trabajo. El CEO de la compañía mantiene a todos los trabajadores informados de la situación de la empresa. Realiza semanalmente una videoconferencia, donde los trabajadores pueden hacer consultas directamente.
También se ha aplicado encuestas, para conocer como ha sido la experiencia de trabajar desde el home office. La empresa proyecta que, en el futuro, parte de la dotación trabajará al 100% desde sus casas. La compañía es pionera en la digitalización, ya desde 2016 no tiene venta de boletos presencialmente, y es 100% online.
Las experiencias de 4 grandes empresas, de rubros distintos, pero enfrentando unas mismas circunstancias excepcionales, nos permiten encontrar claves para mejorar la respuesta.
Por todo Chile, las personas, los hogares y las empresas resisten como pueden los nocivos efectos económicos de la pandemia. Un denominador común salta a la vista con facilidad en los casos comentados. Todos coinciden en que las personas, son la primera preocupación de una compañía que aspira a seguir en el mercado. Esa preocupación va desde la salud mental (preocupación, angustia, inseguridad) de los trabajadores, hasta el tema de la conservación del empleo.
Mantener una mirada optimista, es esencial para la salud tanto de las personas como de las organizaciones. Sea pues, nuestro propósito personal, buscar esa motivación para toda la gente.
ERNESTO SEPÚLVEDA TORNERO