El jueves 2 de enero de 2020, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio inició un catastro georreferenciado de alteraciones y daños a bienes e inmuebles patrimoniales que se está aplicando en todas las regiones del país y que abarca no sólo monumentos nacionales, públicos, históricos e inmuebles en zonas típicas, sino también aquellos bienes protegidos por plan regulador y que son inmuebles y zonas de conservación histórica, que se hayan visto afectados desde el 18 de octubre de 2019.
A través de una aplicación digital, profesionales levantan datos en tiempo real hacia una plataforma online y común, desplegándose por todo el territorio de acuerdo al mapa de susceptibilidades elaborado por el Consejo de Monumentos Nacionales, el que define zonas prioritarias o identificadas con mayor probabilidad de encontrar alteraciones en el patrimonio.
“Esto ha sido posible gracias al trabajo y buena voluntad de muchas instituciones que están detrás de este tremendo esfuerzo por tener un recuento y un diagnóstico exhaustivo para llegar a una apreciación de los costos y de los tiempos que va a significar la recuperación del patrimonio cultural dañado, proceso que en muchos casos implicará también instancias de análisis y diálogo entre diversos actores, no sólo por la dimensión financiera sino también simbólica. Es muy esperanzador y estamos poniendo la tecnología al servicio del resguardo y de la restauración del patrimonio”, dice la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés.
La secretaria de Estado destaca además que hasta ahora se ha catastrado más del 50% de las zonas prioritarias y se estima que durante enero debiera culminar el proceso. “Es muy importante tener concentrado en una misma plataforma la ubicación geográfica, el diagnóstico del daño, los tratamientos a aplicar, los costos y los tiempos. El Presidente nos ha pedido justamente que tengamos levantada esta información cuanto antes y por eso es que requerimos el apoyo y esfuerzo de muchas instituciones a nivel nacional y regional. Así podremos tener una radiografía de cuál es la magnitud de los daños, dónde están y qué significan en términos de tiempo y recursos para volver a ponerlos en valor”, recalcó.
La iniciativa se enmarca en una mesa de trabajo intersectorial para la recuperación patrimonial, convocada por el Ministerio de las Culturas a través de la Subsecretaría del Patrimonio Cultural y que reúne a los ministerios de Vivienda y Obras Públicas, la Subsecretaría de Desarrollo Regional, la Asociación Chilena de Municipalidades, además de la Secretaría Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR). A ellos se suma la coordinación de diversos apoyos que incluyen obras preventivas en monumentos para reforzar la seguridad, la entrega de lineamientos técnicos para primeras limpiezas e intervenciones y directrices para el retiro y resguardo de monumentos públicos que presenten riesgo de caída.
Utilizando tablets o teléfonos celulares, los profesionales que se desplazan por el territorio acceden a una plataforma online interoperable y común, donde cada bien patrimonial es ingresado con una ficha que incluye información específica, como la identificación del bien o inmueble (localización exacta, categoría de protección, uso, posible existencia de seguros comprometidos), descripción y cuantificación de alteraciones (incluyendo el tipo y porcentaje de daño, la materialidad de las piezas y otros indicadores) y registros fotográficos que, al mismo tiempo, servirán como registro histórico.
Primeros resultados
Entre el 2 y el 7 de enero se catastraron 669 monumentos nacionales, de los que 421 presentaron alteraciones. De este total, 160 son Monumentos Históricos (MH), la mayoría de los cuales (148) muestran daños menores como rayados o vidrios rotos y el resto registra daños más graves por amagos de incendio o incendios declarados. La Región Metropolitana concentra la mayor cantidad de MH con rayados.
Respecto de los Monumentos Públicos (MP), 261 presentan algún tipo de alteración y la mayoría presenta varios tipos juntos. Los daños se concentran en la Región Metropolitana, seguida por las regiones de Tarapacá, Valparaíso, Los Lagos y Magallanes. De esos, 207 presentan rayados con aerosol, 120 rayados con esmalte, 77 tienen elementos adheridos y 33 rayados abrasivo. Asimismo, se registraron 27 monumentos públicos con daños de nivel medio a grave, como deformaciones, grietas y fisuras. Finalmente, 24 tienen daños graves del tipo pérdida total debido a colapsos, retiros o reemplazos de monumentos públicos y/o quema.
Actualmente están en proceso de catastro los inmuebles en Zonas Típicas, los Monumentos Públicos faltantes y los Inmuebles y Zonas de Conservación Histórica.