Mina Invierno continuó con la fase de reestructuración organizacional para enfrentar el escenario que vive la compañía como consecuencia de la decisión adoptada el pasado 20 de agosto por el Tribunal Ambiental de Valdivia que dejó sin efecto la resolución del Servicio de Evaluación Ambiental, SEA, que aprobó el uso de tronaduras.
A partir de octubre se concretará un ajuste de la plana ejecutiva. El actual gerente general, Sebastián Gil Clasen, dejará su actual cargo para tomar un nuevo rol como asesor del Directorio de Mina Invierno, teniendo como tarea prioritaria el recurso de casación ante la Corte Suprema. “Estamos en una etapa en la que es fundamental demostrar que Mina Invierno ha llevado a cabo su trabajo con los más altos estándares medioambientales que pueden encontrarse en minería, y en ello nos concentraremos en este período”, señaló el ejecutivo.
La dirección de la empresa, en tanto, se trasladará a Punta Arenas, siendo asumida por Guillermo Hernández Rodríguez, hasta ahora gerente regional.
Junto con ello, la Gerencia de Personas y la Gerencia Mantenimiento serán absorbidas por las Gerencias de Sustentabilidad y Gestión, y la Gerencia de Mina, respectivamente.
El cambio apunta a concentrar la administración de Mina Invierno en la Región de Magallanes, buscando adaptarse de mejor manera a esta nueva realidad.
Hernández explicó que la modificación en la estructura de la organización forma parte del plan de paralización programada que se inició en el mes de junio con la desvinculación de 150 trabajadores. “Este proceso ha sido muy doloroso de llevar adelante, considerando además que a fin de año se mantendrán una mínima dotación en faena, para realizar labores asociadas principalmente a cumplimientos medioambientales”, afirmó.
El Directorio manifestó su profundo agradecimiento a los ejecutivos por su compromiso y la labor realizada durante el difícil proceso por el que ha tenido que atravesar la minera en el último tiempo.