El cuidado de mantener un cerebro activo y funcional, acorde a las necesidades de las distintas etapas de la vida no es un trabajo exclusivo de la edad adulta. Si bien es en la etapa más avanzada de la vida donde se hace más imperioso cuidar este capital, la preocupación debe ser constante y permanente.
“Hay épocas importantes en la vida en las cuales uno debe hacer los cambios esperados. Ojalá antes de los 50 años, desarrollar estilos de vida saludables, que significa comer adecuadamente, hacer actividad física, tener actividad mental, y no exponerse a riesgos como el estrés, el sobrepeso, el uso y abuso del alcohol, el cigarro o drogas ilícitas, como la cocaína, fundamentalmente”, afirmó el médico geriatra, Ramón Lobos.
El profesional indicó que, si bien los accidentes cerebrovasculares son más frecuentes y peligrosos en edades más tempranas, en el adulto mayor, dadas las patologías crónicas que normalmente padecen (hipertensión, diabetes o incluso colesterol elevado), se acarrean una serie de cuadros vasculares que van provocando patologías dañinas, como pequeños infartos y deterioros, que hacen que el cerebro vaya muriendo de a poco y dejando de funcionar.
“A veces son tan puntuales que pasan desapercibidos, nadie se da cuenta, y es el gran riesgo que tienen los diabéticos hipertensos e hipercolesterolémicos, o aquellas personas que tienen alguna patología vascular de ese tipo. Para vivir libre de esto, primero, tenemos que cuidar el capital, y para eso, hay que nutrirnos bien, evitar las comidas con mucha grasa, con mucha sal; comer comidas que son saludables, proteínas sin grasa, como la carne de pollo, los pescados; granos, como los cereales; y también evitar los productos que tienen mucha sal o muchas grasas saturadas, y tener cuidado al elegir qué comer”, explicó el especialista, invitando a priorizar el consumo de frutas, verduras, abundante agua y hacer ejercicios.
“No fumar. Mientras más luego dejemos de fumar, mejor va a ser; controlar el peso, mantener una actividad física que signifique un gasto de energía para la persona. También en esto, es importante el control de las patologías crónicas que tengamos. No es solamente el tomar un medicamento el que va a solucionar el problema de la enfermedad crónica”, explicó.
Finalmente, Lobos agregó que si bien el cerebro presenta un deterioro natural en la edad adulta, lo mejor es no agregar factores que aceleren esta declinación cerebral. “Factores como la depresión, el estar a veces solo, no participar en grupos, hace que, como no se usan esas áreas del cerebro, no nos damos cuenta del deterioro que va sufriendo nuestro adulto mayor. Por lo tanto, también las familias tienen un componente importante en el cuidado de los adultos mayores, como es visitarlos, verlos, desafiarlos, para ver si responden adecuadamente frente a las realidades del día a día”, puntualizó.