El sábado 15 y domingo 16 de mayo, en unos días más, se va a efectuar finalmente, la postergada votación. De tan importante y tan histórica que es, como que postergarla en su momento fu casi un alivio para el mundo político. Mal que mal, el estatus quo que conocemos desde el año 1990, podría cambiar sustancialmente. O, por el contrario, cambiar poco y nada. Así más o menos, están las percepciones, amigos y amigas. Vamos a elegir por primera vez, una convención constituyente, que se encargará de redactar una nueva constitución política. Se traducirá en palabras, los contenidos esenciales de un nuevo pacto social, que debiera guiarnos por los próximos 50 años.
Es algo de verdad muy trascendente. Pero pareciera que las preocupaciones, la angustia, por la pandemia, y su secuela de sufrimiento y dolor, no deja espacio para preocuparse por nada más. El problema de la subsistencia vuelve a ser la preocupación número uno. La creación de nuevos empleos, aun no cubre los empleos perdidos en el último año. Y parece que inmersos en una tercera ola, se podrían sumar nuevos desempleados.
No por nada, se aprobó, y ya es ley en ejecución, un nuevo retiro de ahorros previsionales. Algún parlamentario, dijo que estos retiros, eran “Una verdadera droga”, que la gente si tiene la posibilidad, los seguirá consumiendo, hasta que ya no queden. La discusión de una renta básica universal, de emergencia, se ha instalado con fuerza, gracias a la instancia “Mínimos comunes”, que lidera en el parlamento la senadora Provoste.
En resumen, amigos y amigas, vamos hacia la elección de constituyentes, de gobernadores regionales, de alcaldes y concejales, probablemente sin la suficiente información. Un rol principal han jugado las rígidas normas que regulan las campañas electorales, no permiten a las opciones nuevas, las desconocidas, salir del anonimato. Será una verdadera prueba para estas normas de campaña, si efectivamente se logra incorporar nuevos rostros. Aquí corren con ventaja los que ya son conocidos, los que hicieron un recorrido social, profesional, o político, que les dio visibilidad.
En materia de gobernadores regionales, es vital elegir a los más preparados, es una tarea de liderazgo y de gestión, no es para improvisar. Al menos en esa elección, en Magallanes zona extrema, la opción es muy clara y evidente. Y lo mas probable es que el domingo 16, resulte electo con una mayoría abrumadora. Y es fundamental que así sea, ya que hay que retomar un camino, donde la gestión van de la mano de la participación. Donde la inversión pública se destina a proyectos que generen bienestar y desarrollo. En Magallanes, tenemos la oportunidad de retomar el rumbo, y para nuestra gente, es un signo de esperanza, una señal de optimismo. Que hemos llegado hasta aquí, pese a las dificultades, a las penas y desengaños, y seguiremos adelante por la Región que queremos. Ernesto Sepúlveda Tornero