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LOS ALCALDES Y UN PUNTO por PABLO CRUZ

Según el Presidente del país y su Ministro de Salud, Chile está muy bien preparado para enfrentarse al corona virus.

Pero lo que uno ve es que el Gobierno está mejor preparado en la porfía, que lo ha hecho enfrentarse con los alcaldes de muchas ciudades del país.

Varios alcaldes dispusieron la suspensión de clases en sus colegios, saliendo el Gobierno a criticarlos y a decir que la suspensión de clases no tenía ningún sentido.

Días después el Gobierno dispuso la suspensión de clases en  escuelas y universidades.

Alcaldes de algunas ciudades anunciaron que ordenarían el cierre de los centros comerciales de sus comunas, respondiendo el Gobierno que esa medida no tenía ningún sentido y que los alcaldes no tenían atribuciones para ordenar esos cierres.

Un par de días después, el Gobierno dispuso el cierre de centros comerciales, restaurantes y todo tipo de locales de reunión de personas.

Los alcaldes, que están mucho más cerca de los ciudadanos que las lejanas autoridades de gobierno, están  exigiendo, con el apoyo del Colegio Médico, que se declaren ciudades en cuarentena y, otra vez, el Gobierno ha respondido que eso no tiene ningún sentido y que no se accederá a esa exigencia.

Esperamos que en unos días más el Gobierno declare comunas en cuarentena.

La actitud del Gobierno parece más de porfía y de demostración de poder que de preocupación por los ciudadanos.

¿De verdad Chile está bien preparado para enfrentar el corona virus?

De muestra, un botón: en el consultorio Tomás Fenton hay adultos mayores que han ido dos o tres veces, infructuosamente, a vacunarse. El viernes último, un viejito fue a vacunarse y se encontró con que estaban dando números y horas para el lunes siguiente. Preocupado porque su esposa iba a concurrir también a vacunarse, pero no podía salir todavía, una funcionaria le dijo que fuera a buscar el carnet de su señora y la inscribía para la semana siguiente. El viejito fue a buscar el carnet y volvió al consultorio pero le dijeron que ya no estaban dando números, porque habían llegado nuevas dosis de vacuna y que su señora concurriera no más a vacunarse. La señora fue y cuan do llegó le dijeron que no podían atenderla porque las vacunas se habían terminado.

¿Bien preparado?