contador de visitas gratis

LA ORDEN DEL DIA: RESPONSABILIDAD por ERNESTO SEPULVEDA

El tiempo que nos toca vivir, no tiene parangón. La inmediatez en las comunicaciones, que nos permiten saber lo que pasa en todas partes, en tiempo real. La facilidad y costo asequible del transporte, aún a los lugares mas recónditos, nos ha convertido en verdaderos vecinos de la aldea global. Esta misma cercanía y facilidad de desplazamiento, ha permitido que el Coronavirus, llegara a Puerto Williams, muy distante de su origen en  Wuhan, China. Escenas de dolor indescriptible, por los miles de fallecidos se vivieron en China, y se han vivido en España e Italia, quizás los lugares mas golpeados. Un familiar me contaba que en algunos pueblos de Lombardía, los féretros hacen fila varias cuadras, esperando ser enterrados en el cementerio que no da abasto.

              En Chile, hasta hace un par de semanas atrás, nadie se preocupaba del Covid19, el Coronavirus. Nos ha costado asumir la realidad, la crudeza de esta verdadera amenaza a nuestra existencia. Estimaciones del ministerio de salud, en un escenario más negativo, cifran en varios miles de víctimas fatales en Chile. Algo que muchos aún se niegan a aceptar. Se ha dicho en todos los tonos, que para cuidar nuestra vida y la de nuestros seres queridos, debemos cumplir las siguientes Indicaciones: Quedarse en casa; no dar la mano ni saludos de beso; guardar distancia mínima de un metro; lavarse las manos con agua y jabón con frecuencia; estornudar tapándose la boca con el antebrazo. Aún así, hasta hace unos días atrás, se veía en distintas ciudades gente saliendo a divertirse, como si estuviera de vacaciones. Esto mismo pasó hace un par de meses atrás en Italia, y hoy los jóvenes entierran a sus padres y abuelos. El actuar inconsciente se da en todas partes. En Chile, personas diagnosticadas con Coronavirus, abordaron aviones, y buses, atravesando el país, y reuniéndose con decenas de personas. Esto ha obligado a adoptar crecientemente, medidas mas restrictivas. La declaración del estado de excepción constitucional, de Catástrofe, obliga a todos, incluso a los mas remolones, a tomarse en serio esta crisis.

Hoy sabemos como ha afectado a la economía de otros países, el Coronavirus, el primer sector en caer fue el sector turismo. Balnearios tradicionales de la Riviera Maya, se encuentran desiertos, y varias cadenas de hoteles declarándose en quiebra. Las líneas aéreas, incluso las más importantes, están pidiendo ayuda a sus países, para evitar la bancarrota y el despido de cientos de miles de trabajadores.

No es momento de discursos de campaña, ni de fotos de candidatos. No es tiempo de sacar ventajas infames de los errores del gobierno. Sin duda, que esta administración ha cometido errores en todas las áreas, pero en el momento que vivimos, tenemos la obligación de acatar y respaldar las medidas sanitarias y de orden público que se han adoptado. De pronto nos llenamos de expertos en temas pulmonares,  todos difunden en la TV sus recetas infalibles. Ha habido quienes enseñan a preparar alcohol gel casero, con el riesgo grave para la salud de las personas, y el riesgo enorme de incendio. No es momento de ponerse originales, hay que acatar las instrucciones, y salvar la vida.

No seremos inmunes al impacto económico de la crisis. Tal vez tengamos suerte y no seamos infectados por el Coronavirus, pero el riesgo de la pérdida del empleo es alto. Que escasee el dinero, en tiempos de crisis, agrava mas aun la propia crisis. El país requiere que se mantengan los ingresos, un nivel mínimo de consumo de las personas, para que la actividad comercial, la industria, el transporte.

Las medidas anunciadas extraordinariamente por el ministro de Hacienda, van en el sentido correcto. Sin embargo es urgente que se incluya, un plan de rescate que permita mantener las fuentes de trabajo. Que las personas puedan guardar cuarentena en sus casas, y conservar sus empleos, y el pago de sus remuneraciones. No sólo para la micro y pequeña empresa. Los trabajadores chilenos, no pueden pagar la crisis económica, no puede ser responsables de lo imprevisto e imprevisible. Ningún empleador puede mantener los pagos de sus trabajadores, sin percibir ingresos. Debe generarse un plan integral que permita mantener, al menos por 90  días a la panilla completa de trabajadores.

Nos vamos a gastar casi 4 puntos del PIB en las medidas anunciadas por el gobierno, podemos hacer más para defender a los trabajadores y sus fuentes de trabajo. En la crisis bancaria del 82’, el estado  desembolsó el equivalente a un 35% del PIB. No sólo se puede, sino que se debe hacer un esfuerzo mayor para salvar a  mas de 9 millones de trabajadores.

La banca privada también debe hacer un aporte a la recuperación de la economía de los hogares. Con los recursos de todos fueron rescatados de la debacle de los años ochenta, y luego se han desarrollado y crecido, gracias a las acciones compradas con los fondos de pensiones. Es de toda justicia, que lancen un plan de rescate de hogares y empresas, hace falta mayor proactividad.

Sin duda que hay mucho trabajo por delante. Por de pronto, todos quienes puedan trabajar a distancia, deben hacerlo, existen las plataformas informáticas que lo permiten. Otros serán los trabajos indispensables para asegurar el abastecimiento de alimentos, medicamentos, combustible, y otros servicios de primera necesidad, que deberán seguir funcionando con turnos extraordinarios. Para que el grueso de la población se mantenga en cuarentena total en sus casas, existen servicios de primera necesidad que deberán seguir funcionando, así como los que aseguran la conectividad y el transporte de suministros y alimentos.

Los trabajadores necesitan conservar sus empleos para poder cuidar y proteger a sus familias. Mas allá de consignas y panfletos, son los trabajadores y trabajadoras los creadores de toda riqueza, y debe valorarse su aporte al desarrollo de la región y del país. Este esfuerzo colectivo para salir adelante, exige a todas las autoridades el compromiso y la voluntad, de resolver los problemas, de ser flexibles y proactivos para evitar escollos y burocracias.

La orden del día, es actuar con responsabilidad, quedarnos en casa, y trabajar de todas las formas posibles, para que podamos cantar victoria, para que podamos seguir viviendo.