“Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.” Salvador Allende Gossens
Honrar la memoria de quienes fueron perseguidas/os, torturadas/os, desaparecidas/os, implica hoy más que nunca asumir compromiso, de construir las condiciones constitucionales y legislativas, para lograr establecer verdad, aplicar justicia, generar reparación y brindar garantías de no repetición.
La exigencia de fin a los pactos de silencio y el término de los privilegios de los que gozan, quienes han sido tardíamente juzgados y sentenciados, resultan un imperativo ético, que no puede archivarse en el olvido de una transición pactada.
A 48 años del golpe de estado contra el pueblo y su gobierno, Salvador Allende -pese a quien le pese- continúa siendo la inspiración de tantos y tantas, que amamos la vida, la libertad y la justicia, él vive en cada esquina liberada del odio y del olvido.
Se abrirán las grandes alamedas presidente, se abrirán y serás el primero en saberlo, pues vives en el corazón del pueblo digno, que aún escucha el metal tranquilo de tu voz.
Doris Sandoval Miranda