La red de fibra óptica más moderna de América Latina está tendida desde diciembre de 2019 en una red submarina y terrestre que conecta todo el territorio austral de Chile, a través de un troncal Submarino que va desde Puerto Montt a Puerto Williams, pasando por Caleta Tortel, y tiene tres troncales terrestres en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, que de acuerdo a las características particulares de cada territorio están soterrados, en tendido aéreo o submarino.
Este esfuerzo significó un subsidio histórico cercano a los 100 millones de dólares para el Estado de Chile, e implicó construir 3.953 Kms. lineales de cable entregando la autonomía e independencia geoestratégica en materia de conectividad e integración digital, olvidando la dependencia de la fibra que pasa por Argentina y convirtiéndose en la más grande inversión realizada por el Estado en materia de conectividad para el territorio austral. Todo esto es una gran noticia para las tres regiones directamente beneficiadas dado que son integradas al territorio nacional de manera concreta y en directo beneficio de sus habitantes, para el país por el esfuerzo que realiza en descentralización y por lograr que cerca del 30% del territorio nacional logre mejoras sustanciales en conectividad digital agregando valor a los sectores económicos y productivos de estas regiones extremas y para el mundo que podrá estar conectado digitalmente con un territorio con una abundante riqueza científica de interés planetario.
De manera increíble y habiendo pasado seis largos meses de esta gran noticia, con tristeza se puede observar como este notable esfuerzo país no puede ir en beneficio para los vecinos y vecinas de estas regiones dado que el propio Estado y el gobierno que lo dirige ha sido incapaz de acelerar el uso de la Fibra Óptica Austral (FOA), dependiendo de la negociación de las principales empresas que prefieren mantener los contratos con el país vecino, cuyos operadores pertenecen a los mismos grupos económicos otorgando un servicio de muy baja calidad sin hacer uso de la infraestructura nacional.
Sumado a lo anterior, se observa una clara pasividad de las autoridades regionales, en cuanto a generar iniciativas que permitan la utilización del FOA en toda su capacidad, tampoco se vislumbra el desarrollo de futuros proyectos privados ni públicos en telecomunicaciones que estén si quiera en etapa de diseño. Tenemos que recordar que las Bases del Concurso establecen que las contraprestaciones corresponden a la disposición de un 15% de la capacidad de infraestructura física de telecomunicaciones para el uso y servicio exclusivo de organismos públicos. Por lo cual uno esperaría ver diseños que podrían desarrollarse en el ámbito de la educación pública en todos sus niveles o asociados a dar respuesta en materias sanitarias. Los únicos organismos Públicos interesados en el uso de contraprestación y en conversación con el Fondo de Desarrollo de las telecomunicaciones (FDT) de la Subtel, son la Red de conectividad del Estado (RCE), dependiente del Ministerio del Interior, Misterios de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación y el Ministerio de Defensa.
Pero no está todo perdido, llegan noticias positivas desde la aislada, pero siempre cercana comuna de Tortel que una vez más con visión de futuro de su Alcalde, Consejo y equipo Municipal, se puso a trabajar y gestionar apoyos de públicos y privados, de autoridades regionales y nacionales y ya están haciendo uso del FOA en esa comuna, dejando atrás una vida entera de aislamiento digital y así mejorar ostensiblemente los servicio de comunicaciones para tener un servicio de calidad superior en internet móvil y de voz.
Este proyecto no pertenece a este gobierno, es un proyecto de estado que en su momento contó con el respaldo del más amplio espectro de representación política a nivel nacional, regional y comunal y de esa misma forma debe ser afrontado desde la Región de Magallanes para beneficio de todos y todas sus habitantes soportando todos los servicios de telecomunicaciones que actualmente posee la región e incorporando nuevos con mayor capacidad, de acceso y de aplicaciones. Es de esperar que las autoridades cumplan con su deber, las empresas operadoras estén a la altura y en el más corto plazo el extremo austral haga uso de la infraestructura disponible en el país, para eso se construyó.