Unos días atrás se comentaba en los medios nacionales, que la destacada economista y académica Mariana Mazzucato, ha sido contactada por el equipo del presidente electo Gabriel Boric, y está prácticamente confirmado, que prestará su asesoría profesional al futuro gobierno. Se trata de una economista de gran prestigio, consultada por gobiernos, organismos internacionales, y líderes políticos. Es catedrática de “Economía de la Innovación y Valor Público” en el University College de Londres, aquí habría tenido como estudiante a la futura subsecretaria de Hacienda Javiera Petersen. Sus libros más destacados son “El valor de las cosas”, “Misión economía: Una guía para enfrentar la crisis”, “No desaprovechemos esta crisis”.
Algunas de sus ideas expuestas en entrevista al diario El País de España, (www.elpais.com/ideas/2021) “Una economía basada en misiones concretas, para dar la vuelta al capitalismo tal y como lo entendemos”. La idea de misión, la relaciona con la Misión que se planteó Estados Unidos, durante la guerra fría, de viajar a la Luna y regresar. Allí se trazó un objetivo, y se planificó cuidadosamente todas las etapas necesarias, se dispuso de recursos, y se fue evaluando cada etapa. El logro de la misión, fue el resultado de un proceso complejo de decisiones. Mazzucato, plantea que los objetivos en torno a los que los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, y la comunidad, debe organizar su labor hoy en día, son: “Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que Naciones Unidas estableció en su Agenda 2030. Cada uno de ellos puede convertirse en una misión concreta, y lograr que todo el conjunto de la economía trabaje”.
Mariana Mazzucato, crítica fuertemente a cierta izquierda latinoamericana. “La izquierda se ha vuelto muy perezosa. Fíjese en Latinoamérica, por ejemplo, en Venezuela. En Europa tenemos el mismo problema, pero a un nivel diferente. Todo el discurso se centra en la redistribución. No existe una narrativa progresista adecuada que explique bien de dónde surge la riqueza. Yo creo cada vez más en la necesidad de hablar de la pre distribución.” Con esta idea se refiere, a centrar los esfuerzos en “crear más valor, en vez de esperar a recoger los restos”. Una verdad más grande que una catedral, señala que se requiere de una política fiscal progresiva, para redistribuir, pero la agenda progresista necesita centrarse también en la creación de riqueza.
Los impuestos deben usarse para incentivar comportamientos concretos. “Si tienes un impuesto de sociedades muy bajo, estás incentivando una economía cortoplacista, con operaciones muy en corto. Si no gravas las transacciones financieras, estimulas las ganancias basadas únicamente en intercambiar activos ya existentes”.
Para lograr conjugar una política fiscal progresiva, y una agenda política progresista, con una economía que cree valor, que cree riqueza, se requiere, según Mazzucato de un nuevo modelo de sector público y de una nueva relación público-privada. Para que “La economía sea una creación conjunta. Lo que significa asumir riesgos, invertir, y pensar de un modo proactivo cuáles son los objetivos que se persiguen”. Para el logro de una “misión social”, como derrotar la pobreza o reducir la desigualdad, se requiere una amplia participación ciudadana, en el rediseño de las políticas públicas. Sin la implicación de la comunidad, el sistema político sería incapaz de cumplir su tarea.
Mariana Mazzucato, recientemente ha sido nombrada presidenta del nuevo Consejo sobre la “Economía de la Salud para Todos” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde se está aplicando su enfoque. Asimismo, ha expuesto su concepto de “misión”, al Consejo General del “Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona 2030” (www.pemb.cat/es) Donde cada proyecto se ha planteado como una misión, considerando los objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Respecto de Barcelona, Mazzucato señala: “Las ciudades son territorios con problemas muy concretos: como el tema de la vivienda, el transporte o la movilidad futura. Lo que hace falta cambiar, es alejarnos de una visión sectorial como ‘vivienda’ o ‘movilidad’, tener una visión más amplia y plantearnos, por ejemplo, ¿cómo convivimos todos juntos? ¿Cómo trabajamos?” …” Son problemas muy concretos que tienen como base los derechos humanos, es decir, el derecho a tener un techo o ir a trabajar o a la escuela. Se pueden reformular de una manera participativa como ha hecho muy bien Barcelona, que ha sido capaz de reinventar el estado del Bienestar. Barcelona lo tiene muy fácil porque es una ciudad cercana y cuenta con la colaboración necesaria en todas las misiones que se basa en hacer que el compromiso ciudadano sea auténtico. “
La influencia de Mariana Mazzucato en las futuras autoridades económicas de Chile, puede poner a nuestro país en el camino de liderar, las nuevas políticas progresistas para américa latina, y porque no decirlo, servir de ejemplo para otros gobiernos de centro izquierda del mundo. Enfrentaremos los desafíos derivados de la pandemia, una economía con alta inflación, y bajo crecimiento proyectado. El instrumental con que el que se enfrentará este escenario, se amplía considerablemente. Entender un nuevo rol del estado, “el estado emprendedor”, no como la encarnación del estado controlador de las tiranías, sino como “un estado descentralizado con todo tipo de instituciones públicas que, conjuntamente con instituciones privadas y cada vez más instituciones de tercer nivel, están cocreando los mercados”. Un estado que no sólo está para arreglar las desviaciones de la competencia, o la desregulación de los monopolios, sino para concretar realizaciones tales, como lo fueron la creación de la internet o el GPS.
Que una economista como Mariana Mazzucato, asesore a nuestro futuro gobierno, es una señal de tranquilidad para los actores sociales y políticos. La aportación de ideas y nuevos conceptos que ha hecho Mazzucato, la sitúa en el rumbo que Chile necesita. Las transformaciones sociales, políticas y económicas, se deberán hacer con plena y amplia participación de todos los sectores, o no se concretarán.
Avanti!
Ernesto Sepúlveda Tornero