1.409 kilómetros los separan, pero a diario intercambian conocimientos, comparten experiencias exitosas y plantean desafíos a través del grupo whasapp “M.J. Aysén-Magallanes” y en la red cerrada de Facebook “Yo Joven & Rural”, comunidad virtual creada por INDAP. Hace pocos días, agricultores de ambas regiones, se juntaron por segunda vez, ahora en Punta Arenas. Ninguno supera los 35 años y todos asumen orgullosos el desafío de rejuvenecer con “innovación e intercambio” el campo del extremo austral del planeta.
“Me llamó la atención la construcción de los invernaderos son más sólidos. Nosotros ocupamos otros materiales y bien podríamos adaptar los que acá usan”, adelanta Daniela Oses, joven agricultora de Cerro Galera, ubicado a 50 kilómetros de Coyhaique.
En tanto, el ganadero Rómulo Vásquez, de Villa Cerro Castillo, ubicado a 100 kilómetros de Coyhaique, destacó las buenas ideas que a diario salen del contacto entre pares. “Ha sido de gran ayuda encontrarnos, nos ayudamos unos a otros, la idea es no salir del campo, sacarle provecho, hay muchas formas de hacerlo y en pequeños espacios. Nuestras ideas son innovadoras y ojalá nos escuchen. Indap nos ha estado apoyando harto, porque el campo se ha ido envejeciendo. Nosotros somos el renuevo y vamos a levantar el tema”, sentenció.
Daniela y Rómulo, junto a otros cinco jóvenes llegaron desde Aysén hasta Magallanes, acompañados por dos profesionales de INDAP. Durante cuatro días conocieron varias historias. Así supieron de Osvaldo Naguelquín que riega seis invernaderos de 300 metros cuadrado cada uno, con un costo mensual de “cero peso”, gracias a paneles fotovoltaicos que mueve los motores para sacar el agua de un pozo y trasladarla varios kilómetros hasta un sistema tecnologizado de riego por microaspersión.
También las historias de esfuerzo Sergio Carrasco y sus técnicas para producir flores de interior y exterior, el trabajo de investigación aplicada que realiza INIA Kampenaike, y la de varios emprendedores de Puerto Natales que han hecho de la asociatividad un ejemplo digno de imitar.
Al final el balance es positivo. “Nos llevamos mucho conocimiento en sistemas de captación y acumulación de agua, sistemas de riego instalado en los cultivos, con utilización de energía solar, eso nos llamó mucho la atención y creemos que hay muchas iniciativas que podemos replicar”, aseguró Nelly Pérez, encargada mujeres rurales y jóvenes de la región de Aysén.
La historia de hermandad comenzó varios meses antes cuando un grupo de jóvenes de Magallanes viajó hasta Coyhaique para conocer la experiencia orgánica de sus pares y las prácticas y técnicas utilizadas para derrotar el frío.
Nirmia Salamanca, agricultora de Puerto Natales, explicó que el contacto se basa en compartir experiencias y que los jóvenes ponen énfasis en las nuevas tecnologías.
“Cuando uno habla de agricultura es necesario perpetuarla por el bien del planeta y la alimentación y sin los jóvenes es impensado hacerla, porque no hay futuro. Creemos que trabajar en el campo como lo hacía nuestros padres es sacrificado, más cuando no se implementa tecnología, y en eso hemos puesto nuestro énfasis, en buscar nuevas formas de hacer más práctico y activa la producción”, precisó.
Una necesidad que encuentra apoyo en INDAP gracias a sus distintos programas especializados en entregar apoyo técnico y financiero a los jóvenes. “Estamos contentos de la visita y del intercambio. Tenemos sistemas de riego en Magallanes que funcionan bien y se hace necesario masificar y eso hay que aprenderlo en terreno”, explicó el director regional de INDAP, Petar Bradasic, tras compartir en una jornada de diálogo con los jóvenes de las regiones australes en el predio de Camilo Bustos.
En este segundo encuentro realizado en Punta Arenas, además de analizar desafíos, conocer experiencias exitosas en riego, remataron, como buenos patagónicos jugando “Truco”, tradicional juego de cartas en el que gana el que miente mejor.