El control del castor como especie invasora en la Patagonia es destacado como una preocupación central para el cumplimiento de los objetivos de protección del patrimonio medioambiental de la región de Magallanes. Así lo resaltó la Jefa de la División de Fomento e Industria del Gobierno Regional, Etel Latorre.
Latorre Varas -médico veterinario con vasta experiencia en el ámbito agroproductivo, donde ha cumplido roles como investigadora y Directora en instituciones como el INIA Kampenaike (Instituto de Investigaciones Agropecuarias), pero también funciones de gestión pública, como seremi de Agricultura durante el primer gobierno de Michelle Bachelet – se incorporó al equipo del nuevo gobierno regional de Magallanes, liderado por Jorge Flies Añón, quien ha sido enfático en declarar la preocupación por el medio ambiente como un sello de su gestión. Así lo demuestra el hecho de que apenas un mes después de asumir el cargo, Flies decidiera decretar estado de Emergencia Climática, medida que va en la línea de lo declarado en su programa electoral, en el que manifestó que lograr la carbono neutralidad será una de sus prioridades.
Por ello, la jefa de la División de Fomento e Industria del GORE de Magallanes, Etel Latorre, será un actor fundamental en la continuación de los esfuerzos por contener la amenaza que el castor representa para los ecosistemas de la Patagonia, y su impacto sobre el desarrollo económico de la región de Magallanes. Al respecto, es clara en señalar que la invasión del castor en Tierra del Fuego y en territorios continentales de la región de Magallanes es un problema que requiere compromiso para la toma de acción, pues está demostrado que afecta el desarrollo productivo de diversos sectores.
“Vemos con claridad el impacto del castor sobre el desarrollo productivo y la importancia de tomar acción para contenerlo” asevera. Y añade: “si el territorio se ve alterado en sus componentes productivos naturales, tales como las praderas y en los recursos hídricos, obviamente se ve afectada la producción ganadera”. Asimismo, subraya que donde el impacto del castor es más evidente y patente es en los bosques, pues las especies arbóreas de la Patagonia no tienen la resistencia al agua que tienen las especies forestales en Canadá, “por lo que el castor es terriblemente dañino para el sector productivo”.
En este sentido, Latorre valoró el aporte del proyecto GEF Castor al cuantificar el daño que esta especie ha causado desde que fue introducida en Tierra del Fuego en 1946, y proyectar además cuánto sería el impacto si no se actúa decididamente contra esta amenaza. “Las pérdidas que se han generado no son menores pues superan los 73 millones de dólares, en producción de madera, sectores destinados a ganadería que están inundados, captura de carbono, biodiversidad y recursos públicos destinados a investigación”, indicó. El estudio del proyecto GEF Castor determinó, además, que de no hacer nada, el daño ascenderá a 260 millones en los próximos 20 años.
Rol del Gobierno Regional
Consultada sobre el rol que el gobierno regional deberá cumplir en el manejo de esta amenaza, Etel Latorre relató que se han desarrollado acercamientos entre el equipo técnico del proyecto GEF Castor y las nuevas autoridades regionales. En este contexto, resaltó la reunión sostenida recientemente con la representante en Chile de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Eve Crowley, en la cual el gobernador conoció los avances alcanzados por el proyecto GEF Castor y se interiorizó de los futuros desafíos. “FAO nos presentó una iniciativa de continuidad, a cuatro años, que fue bien acogida por el Gobierno Regional, en donde se plantean el control del castor y siendo más ambiciosos, la erradicación”, indicó.
Señaló, asimismo, que “en definitiva el gobierno regional sí va a apoyar con fondos para el desarrollo de esta segunda etapa, por considerarlo muy importante en vista de los daños que esta especie ya ha causado al ecosistema”.