Estuvimos por varios días entregando, a trazos cortos, la historia de un ser humano casi olvidado y que sin embargo, haciendo uso de una cualidad propia, escribió las más hermosas y dolorosas letras que relatan una tragedia obrera, como las hay por decenas en nuestro país y en el.mundo, muchas de las cuales no son ni siquiera de conocimiento de esta clase trabajadora, tan desconocedora de su historia.
Y pese al marcado desinterés nada se interpone en el camino que escogimos, educar a los trabajadores en sus derechos para que, pertrechados de conocimientos, vayan en procura de sus anhelos. Si hemos escrito sobre los 116 años que está cumpliendo el Canto a la Pampa, es con el claro objetivo de indicar a los trabajadores donde está el mal y de qué manera se le debe hacer frente.
2.- Cada una de las luchas que están guardadas en la historia deben ser rescatadas y desde ella los asalariados deben extraer toda la sustancia, para profundizar en los aciertos y minimizar los errores.
Ni patrones ni gobiernos son nuestros amigos, aunque circunstancialmente puedan mostrarse cercanos a nuestras demandas.
Mientras no exista un gobierno de la mayoría de los desposeídos, seguiremos recibiendo más promesas que hechos concretos y seguirá quedando claro que debemos luchar organizadamente para obtener algunos beneficios.
Saquemos entonces las lecciones, digamos basta al desorden y la desorganización. Apoyémonos en la historia para construir una fuerza que nos entregue logros para el futuro de los que vienen.