Hace algunos días se conmemoró por diversas fuerzas políticas el rechazo a la primera de las consultas plebiscitarias para una nueva Constitución. Tanto la derecha opositora como las fuerzas que apoyan al actual gobierno, hicieron actos para marcar sus posiciones respecto de esa fecha, actos que no contaron con participación masiva de ciudadanos.
Esta no es una cuestión muy extraordinaria en sí, pues hace ya bastante tiempo que los diversos referentes políticos no convocan a mucha gente.
No obstante, vale la pena intentar un análisis sobre el hecho en sí – el rechazo a la propuesta de la primera convención constitucional – pues de una u otra manera marcó el camino de lo que vino a posterior, ya que luego de 2 años y de dos convenciones constitucionales estamos igual que como al principio, aunque sí analiza la cantidad de casos de corrupción y otras cosas que han pasado en este tiempo, podría incluso alguien aventurarse con la afirmación de que estamos peor que antes.
2.- Lo que a nosotros nos queda claro es que la opinión pública – los ciudadanos de a pie, aquellos que hacen su opinión y/o acción motivados por lo que dicen unos cuantos – fue timada con una serie de falsedades y distorsiones solo posibles de instalar por el monopolio que tienen de los medios de comunicación los dueños del poder.
La derecha, el mal llamado centro político y sus monaguillos manipulan y distorsionan muy hábilmente.
Son verdaderos maestros en el arte de confundir e incluso convencen con algunos de sus argumentos a algunos de los otros, esos que se llaman a sí mismos verdaderos representantes del pueblo, para trabajar en aguadas conclusiones que nunca provocan un avance real en la concreción de las demandas populares. Entendamoslo, así seguirá siendo mientras no tiremos el mantel y los saquemos a todos, a unos y a otros que profitan de todo en nuestro nombre.
Para eso se requiere organización popular.