Los patrones son frescos, los gobiernos y los parlamentarios generalmente insuficientes, los trabajadores vegetan y no creen en las organizaciones, las que a su vez dan cada día más muestras de estar sirviendo a cualquiera interés externo, menos a las demandas y exigencias de los trabajadores, pobladores y estudiantes, con alguna movilización de tanto en tanto pero derechamente sin incidir en el armado social. Esta es una resonancia nuclear magnética, al estado de la sociedad en las condiciones actuales y más allá de las naturales y obvias apreciaciones distintas, todo parece indicar que estaremos aún bastante tiempo sin incidir en la marcha del país.
Antes del 1 de mayo el secretario general de la CUT anunció un acuerdo con los ministerios del Trabajo y Hacienda en el que además del monto del ingreso mínimo se hablaba de flexibilizar los requisitos de acceso al seguro de cesantía y terminar con el descuento del aporte al seguro de cesantía que hace el patrón en la indemnización.
No fue así y de la mentada Central no dijeron ni pío cuando a principios de junio la ministra del trabajo, dió cuenta del proyecto de ley que hace cambios en el seguro de cesantía, pero ni por si acaso habla de que no habrá más descuento en las indemnizaciones.
También en mayo los patrones pidieron al gobierno modificar las normas para la contratación de trabajadores extranjeros, aunque solo para la agricultura. Nuevamente el silencio del movimiento sindical organizado da cuenta de la profunda lejanía, entre la cúpula y los organizados y no organizados.
2.- ¿Qué dice la ley sobre lo anterior?, actualmente el artículo 19 dice en el inciso primero que a lo menos el 85% de los trabajadores que sirve a un mismo empleador será de nacionalidad chilena (los patrones en la agricultura aspiran a que este suba al 30%)
Sin embargo, el inciso segundo establece que se exceptúan de lo anterior los empleadores que ocupen a menos de 25 trabajadores. Más del 90% de las empresas registradas en el país, son micro o pequeñas empresas, o sea tienen entre 1 y 49 trabajadores.
Son miles las denuncias, imposibles de fiscalizar todas, que dan cuenta de contratistas y subcontratistas que incumplen la ley en la agricultura. Bueno, la mayoría de estas empresas ocupan menos de 25 trabajadores, en su mayoría extranjeros, a quienes les pagan sueldos miserables y les tratan como esclavos. ¿Aún quieren más flexibilidad los patrones agrarios?