Cuando el presidente Piñera sacó a las calles al Ejército para contener la protesta social, muchos recordaron cuando el general Pinochet hacía lo mismo.
Y muchos se preguntaron si este ejército de 2018 era el mismo de aquel de 1973.
La respuesta la ha dado el comandante en jefe del ejército, el general Ricardo Martínez, luego que apelara a la decisión de la Corte de Apelaciones de Santiago que ordenara retirar las placas e imágenes del «Mamo» Contreras, el ex jefe de la Dina, fallecido el año 2015, condenado por crímenes de lesa humanidad, cometidos durante la dictadura de Pinochet, a más de 500 años de cárcel.
El general Martínez, comandante en jefe del Ejército, alegó, primero, que cómo nadie ha ordenado retirar las fotos de Silva Renard, el carnicero de la Escuela Santa María de Iquique, y, en segundo lugar, comparó al Mamo Contreras con el prócer patrio José Miguel Carrera. En cuanto al primero, Silva Renard, a confesión de partes… es de esperar que alguien presente un recurso judicial para que retiren sus placas.
En cuanto al segundo, el Instituto José Miguel Carrera rechazó la defensa del Mamo Contreras hecha por el general Martínez, señalando que «refleja un alto grado de ignorancia… causando un agravio inaceptable a la figura y obra histórica del General Carrera”.
Además añadió que Carrera «Es reconocido por todos como el Padre de la Patria Vieja y Primer Comandante en Jefe del Ejército de Chile, iniciador del proceso de la independencia de Chile, luchó de frente a sus enemigos por la libertad de Chile, gobernó y construyó las bases de nuestra república». Habría que agregar que durante su gobierno se publicó el primer periódico nacional, la “Aurora de Chile”.
Ha quedado claro entonces. Para el actual Ejército, el que comanda el general Ricardo Martínez, el asesino y torturador general Manuel, alias Mamo, Contreras es un nuevo Padre de la Patria.
Hay que destacar que la declaración del Instituto José Miguel Carrera agrega: «estamos seguros que esta absurda e inadmisible comparación no es compartida por el Ejército de Chile y no constituye más que una absurda y mediocre argumentación de un defensor inculto, carente de todo contenido jurídico y contraria a la verdad histórica».