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EL INCOMPLETO NAIPE ELECTORAL

Esta semana fue una semana de sorpresas en el mundo político. Mientras millones de hombres y mujeres trabajadoras, retomaban la rutina de un nuevo año laboral y escolar, los políticos hacen lo propio de camino a las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre. La sorpresa, a medias, fue la renuncia de la militante PPD Carolina Tohá a su cargo en el ministerio del interior, para encabezar una candidatura presidencial que debe ratificar su partido. Horas después la líder indiscutida del progresismo, y dos veces presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ratificaba
lo que ya había sostenido innumerables veces, y que sus partidarios nos negábamos a aceptar, que no será candidata presidencial, y que apoyará la candidatura que determine el progresismo en su conjunto. Hubo alborozo en un sector de la ex concertación, por la decisión de Carolina Tohá, mal que mal, toda su carrera política la ha hecho ligada al ADN del conglomerado que le dio a Chile sus mejores gobiernos. También hubo desazón en el partido de la presidenta, el que
esperaba se diera respuesta positiva a su invitación de repostularse, y esto se hiciera en el itinerario acordado con la presidenta Bachelet, en un pleno del comité central a mediados de marzo. No podemos saber en este momento, y será dilucidado por los historiadores, si a la ex ministra Tohá, su círculo de asesores, la apuró a renunciar anticipándose al
pronunciamiento de la presidenta Bachelet, o se había decidido su candidatura, cualquiera fuese la decisión en el pleno del comité central del Partido Socialista. El hecho es que hoy ya se ha informado de una precandidatura presidencial, que muy seguramente será ratificada por las instancias formales del PPD. También es un hecho que la presidenta Bachelet, ha declinado una nueva postulación, y no adhiere ni entrega su apoyo a Carolina Tohá, sino que esperará la
definición de candidatura que el progresismo realice en su conjunto.
A escasos días de la noticia de la ex ministra Tohá, comenzaron las especulaciones y proyecciones de los analistas de diversos pelajes. Por una parte, se ha valorado que finalmente, una figura del progresismo asuma el desafío presidencial, fuera de la figura política indiscutida de Bachelet. Por otra, se advierte que, dentro de los siguientes quince días, deberá incrementar ostensiblemente su aprobación en las encuestas, dado el magro 3% que marcaba la semana previa a la renuncia. Convenientemente, el panel ciudadano de la UDD, ha dado a conocer este fin de semana, una
encuesta respondida por ws por un grupo de personas, donde la ex ministra subiría mágicamente al 12%. Habrá que esperar los resultados de otras consultoras para ratificar estos datos. Esta información es de la mayor relevancia, ya que los otros siete partidos que integran hoy el oficialismo están en vías de decidir sus propias candidaturas. Todos los partidos ven la primaria como una disputa abierta en su resultado, dado las enanas cifras de aprobación exhibidas. Es
muy probable que, dado este escenario, la primaria oficialista cuente con al menos 6 candidaturas. El partido socialista decidirá con posterioridad a sus elecciones internas del 16 de marzo, si mantiene resolución anterior de llevar una candidatura de sus filas a la primaria. Los medios han informado de algunos personeros socialistas que estarían trabajando y apoyando la candidatura de Tohá, temprana y apresuradamente, en un espectáculo del cual la prensa conservadora se ha hecho un festín. Dilectos y muy connotados políticos y lobistas que medraron durante los 30 años,
hoy renuevan sus atuendos de cara a un eventual retorno a La Moneda. Uno de ellos conspicuo consultor de grandes grupos económicos, dentro de los que está SQM, llevó a un analista político -no sin una cuota de humor-, llamar a Tohá la “candidata no metálica”. Consciente de que esa compañía le resta más que lo que le suma, la precandidata Tohá, se ha apresurado a desmentir que tales señorones, sean su comando presidencial o sus asesores directos. Sin embargo, se
han multiplicado las entrevistas donde estos venerables gurúes de los años 90’, ensalzan y llenan de elogios a Carolina Tohá, llegando al límite del absurdo, cuando uno de ellos sostiene, que ella sería la ministra del interior más importante de Chile desde el retorno a la democracia.
Damos por descontado, que al igual que la presidenta Bachelet, muchos hombres y mujeres, a lo largo y ancho del país, estaremos con la candidatura que se imponga en las primarias del progresismo. La que por cierto podría ser Carolina Tohá que como ella misma señala: “Representa no cualquier progresismo. Representa la experiencia y a su generación”, Frases que al mismo tiempo que gustaron a muchos, causaron escozor en algunos otros, que ven en esta
declaración poco menos que un aviso de despido, de sus cómodas posiciones gubernamentales. Recomiendo leer un poco de nuestra historia reciente, mal que mal no llegamos hasta acá producto del azar. Y lo que hoy disfrutan se construyó con décadas de esfuerzo y trabajo colectivo. Ahí está la grandeza de encontrar puntos en común, objetivos compartidos, igualdad de propósitos, con miras a un fin superior que nos trasciende a todos.

En las elecciones de 2020, las fuerzas del actual FA, vetaron la participación del PPD en la primaria del progresismo, nunca se expresaron claramente las razones, pero eso impidió a las fuerzas del progresismo concurrir a una sola instancia. Los titubeos y vacilaciones de los partidos de la ex concertación, impidieron realizar una primaria del sector, y se terminó realizando una primaria convencional, donde la candidata de la DC Yasna Provoste derrotó a la candidata del PS Paula Narváez. En el ínterin quienes sí inscribieron primaria legal, fueron el PC y el recién creado
partido Convergencia social, todos recordamos como el recién creado partido, sin historia ni estructura, lograba que su candidato Boric, derrotara al conocidísimo alcalde Daniel Jadue. Hoy uno está iniciando su último año de mandato, y el otro se encuentra cumpliendo arresto domiciliario, pero con deseos de intentar de nuevo una candidatura presidencial.
La división y dispersión en múltiples expresiones, que no conversan ni se comunican, ha sido una de las causas más patentes de las derrotas del progresismo, tanto en 2009 como en 2017. En ambas ocasiones, a exitosos gobiernos de centro izquierda liderados por Michelle Bachelet, les sucedió el finado Piñera, a la cabeza de las fuerzas conservadoras.
En 2017, por la centro izquierda y la izquierda llegaron a primera vuelta nada menos que seis candidaturas, las que sumaron 55,43%.
Alejandro Guillier: 1.498.040 con 22,7%
Beatriz Sánchez: 1.338.037 con 20,27%
Carolina Goic Boroevic: 387.784 con 5,88 %
Marco Enríquez-Ominami Gumucio: 376.871 con 5,71 %
Eduardo Artés Brichetti: 33.665 con 0,51 %
Alejandro Navarro Brain 23.968 con 0,36 %
En tanto por el sector conservador concurrieron dos candidaturas, que sumaron 44,57%.
Sebastián Piñera 2.418.540 con 36,64%
José Antonio Kast 523.375 con 7,93%
En segunda vuelta por la miopía o mezquindad política de los protagonistas, que no adhirieron oportuna y eficazmente a la candidatura de Alejandro Guillier, este obtuvo 45,42%, y se terminó imponiendo por segunda vez el presidente Piñera que obtuvo 54,58%.
En las elecciones de 2017 el progresismo no realizó primaria, siendo entronizado Alejandro Guillier sin concurso ni sorteo como el candidato único. En esa ocasión el PS desestimó la candidatura del presidente Ricardo Lagos, que contaba con el apoyo del PPD y de la DC para la primaria. Por esta razón las fuerzas que integraron el gobierno de la Nueva Mayoría, que iban desde la DC al PC, actuaron disgregadas, ya que la DC optó por llevar su propia candidatura.
En 2021, en las elecciones que permitieron el triunfo del FA con Gabriel Boric a la cabeza, todas las fuerzas del progresismo se sumaron, adhiriendo a su candidatura, para establecer un cerco sanitario a las ideas ultra conservadoras.
Esa es la mejor y más próxima lección que los partidos tradicionales del progresismo, han dado a las nuevas generaciones de políticos gobernantes, actuar con generosidad y altura de miras, pensando en el bien de Chile. Eso ni más ni menos es lo que se espera de cara a las primarias presidenciales.
Ernesto Sepúlveda Tornero