Hace algunos días dimos un enorme paso en la regularización de nuestro funcionamiento interno, respondiendo a la vez a un mandato de nuestros estatutos, lo que tenemos siempre muy presente.
Es cierto que desde hace ya más de veinte años se privó a la Dirección del Trabajo de su facultad inspectiva de los libros de actas y de contabilidad de las organizaciones sindicales, como asimismo se derogó la exigencia de que los sindicatos con más de 250 socios debían confeccionar balances firmados por un contador, exigencia que era aplicable a las federaciones y confederaciones según la ley vigente hasta el año 2001, derogada por el gobierno de Ricardo Lagos y aplaudida efusivamente por la CUT. Por eso y desechando esta facultad que abre la puertas al desfalco y la corrupción, ésta CGT depositó en la Inspección del Trabajo de Santiago sus balances pendientes entre los años 2017 y 2022.
2.- ¿Porque tantos balances pendientes?, porque tanto el tesorero como el presidente de la organización en esos periodos, fallaron a su obligación de cautelar como correspondía los recursos de la organización y dar cuenta periódicamente de ello. Fue probado que el ex presidente de la organización, Esteban Hidalgo Salas, destruyó y/o hizo desaparecer toda la información contable, comprobantes de ingresos y egresos y otros documentos correspondientes al periodo que estuvo al frente de la organización e incluso periodos anteriores, de la misma manera que subrepticiamente se apropió de más de 40 millones de pesos de la organización.
Bastante se trabajó para probar y denunciar esto hechos reñidos conla moarl clasista, solo faltan las sanciones y estas tendrán que llegar.
En el intertanto, seguiremos regularizando para entregar la organización completamente saneada al directorio que se elegirá en octubre de 2024.