En la negociación colectiva suceden cosas tan especiales, que dan para escribir un libro o un buen guión de una obra de teatro, que refleje el carepalismo de los abusadores que sometieron por años a sus empleados y que de la noche a la mañana aparecen mostrando otra cara.
Partamos diciendo que sin que se haga una obligación, salvo en las grandes empresas – y aunque por mucho tiempo se negaron a entregar cualquier tipo de información sobre sus finanzas – en todas las respuestas a los proyectos colectivos los patrones presentan balances y estados de resultados, que en la mayoría de los casos dan cuenta de pérdidas siderales que impiden – era que no – poder responder positivamente a las justas aspiraciones de los trabajadores, como hubiera sido su deseo (así lo escriben ellos en sus respuestas a nuestros proyectos)
Quieren darnos algo de lo que pedimos pero están prácticamente en quiebra y si tienen la empresa funcionando, es porque su cariño por la gente que trabaja con ellos les impide dejarlos cesantes. Es rara la cuestión, no tienen ni uno dicen, pero han seguido creciendo en maquinarias y tomando contratos, llegan más trabajadores e incluso los ejecutivos cambian de autito todos los años. ¿Será que creen que somos?
Pero, mucho ojo. Si el trabajador fue preparado previamente para este proceso de negación patronal y de campaña del terror, entenderá que hay mucho en juego, pero que no le van a cortar ni las manos ni el cuello si se mantiene firme en la defensa de sus aspiraciones. Podrá no conseguirlo todo la primera vez y en los intentos siguientes, pero si va sacando resultados asumirá con mayor claridad que la clave está en la organización y el proceso educativo, en la formación de su conciencia de clase.
La clave es no dejarse ganar por el temor, estar claro que pedimos lo que merecemos.
2.- Al cierre nuestros compañeros de Austral Norte – que como informamos hace algunos meses este Pulso fueron los primeros en iniciar su proceso organizativo en el salón de nuestro Centro Recreacional de Ventanas – están terminando su negociación colectiva. Partieron con 8 socios, llegaron con 19 a presentar el proyecto colectivo y hoy lo están cerrando con un reajuste de 15.8%, nuevos beneficios y mejora en todo aquellos puntos que existían en un convenio colectivo anterior. Queda claro que si es posible avanzar en la dignificación, solo hay que atreverse.