El centralismo como expresión de la concentración de poder e inhibidor del pueblo y de comunidades en la toma de decisiones, debe ser combatido en todos los frentes. Los partidos políticos no son la excepción; el Partido Por La Democracia (PPD) debe democratizarse si su pretensión es seguir existiendo.
El PPD, camina en una dirección distinta a lo que indica el sentido común para una organización política que se define de izquierda, descentralizada y feminista. Se dice de izquierda y no respeta su declaración de principios ni su propio Estado de Derecho, descentralizada y niega la toma de decisiones a las regiones y comunidades, feminista e impide que mujeres militantes representen a través de la orgánica a los colectivos ciudadanos donde ejercen liderazgo. Es claro que esta organización política vive su etapa terminal si mantiene esta lógica de funcionamiento.
Las que estamos en esta acción reivindicativa, somos mujeres de distintos territorios y regiones del país, que en representación de cientos de personas que vivimos la militancia activa, nos oponemos al manejo sesgado y antidemocrático de esta organización. Estamos convencidas que es posible recuperar el PPD para causas justas y necesarias como las que protagonizo en muchos momentos en los 34 años que van de su historia; estamos convencidas que es posible recuperar el PPD del secuestro político en que lo mantienen un puñado de dirigentes que lo ven y lo usan como parte de su propiedad privada; estamos convencidas que es vigorizante para la democracia hablar fuerte y claro como lo hacemos hoy, como lo hacemos mujeres que vivimos la militancia con dignidad y no desde el servilismo a una elite política y empresarial.
Chile debe avanzar sostenidamente en la profundización de su democracia, lo que debiera permitirnos transitar desde la actual democracia representativa a una donde la PARTICIPACION en la toma de decisiones de personas, comunidades, territorios y pueblos, sea el modo que nos lleve a determinar el tipo de desarrollo que generemos como país. Si la opción es esto último, entonces los esfuerzos por mejorar LA CALIDAD DE LA DEMOCRACIA debe ser un trabajo que abordemos conscientemente en todos los ámbitos. Debemos seguir movilizándonos sin temor para lograr aquello.
Desde el 18 de octubre del 2019 en adelante, la irrupción y mantención de los movimientos sociales en la vida pública, su densidad y solides derrotaron la inercia de los partidos políticos y la de sus dirigencias, haciendo que se modifique la agenda pública. A partir de este flujo de energía y expresión de conciencia social, las demandas del pueblo de Chile hoy son las principales protagonistas en la acción política.