Ni la industria salmonera con 20 años en la zona ni la minera con una década han sido la palanca de desarrollo que prometieron para la región de Magallanes.
Ambos sectores empresariales gozan del cuantioso apoyo del Estado para obtener las concesiones, además que hacen uso intensivo de las leyes de excepción (consiguiendo cuantiosas exenciones tributarias) y cuentan con el apoyo de la banca privada para los rescates económicos.
Sin embargo, hemos sido testigos de su inspiración anti sindical, de las difíciles negociaciones colectivas con huelgas incluidas que han culminado obligando a los trabajadores a aceptar la última oferta empresarial.
Estas empresas salmoneras y carboníferas, en materia de subcontratación, se escudan en la legislación laboral que los favorece para pagar salarios bajos a empresas de servicios que como intermediarios se llevan la tajada del león. A esto se suma las extensas jornadas en faenas de aislamiento donde es imposible fiscalizar lo que ocurre. Máxime cuando no hay interés en realizar fiscalizaciones como corresponde y es sabido de los avisos previos a la fiscalización y de la amenaza a trabajadores para que no denuncien irregularidades. En las empresas constructoras se usan libros negros, en obras que se desarrollan a minutos de las oficinas de la Inspección del Trabajo y no se fiscaliza.
Mucho menos se hace en Isla Riesco o en los canales magallánicos donde están las plantas salmoneras.
Que los empresarios y futuros candidatos de derecha pretendan sacar dividendos de la desorientación del actual gobierno, es lógico. Es lo que saben hacer. Que parte de la comunidad entienda que le quieren quitar el trabajo, es lógico, porque los han amenazado. Pero, en definitiva mientras el salmón tenga un buen precio de exportación, mientras el carbón sea un combustible barato, los empresarios seguirán explotando estas áreas y si los trabajadores ni se organizan, seguirán defendiendo a malos empresarios que pagan salarios marginales en relación a las utilidades que obtienen.
Dalivor Eterovic, Presidente Regional Partido Comunista.
