Cuenta que una chica que sufría ataques de pánico probó los aceites que se aplican con el sistema “roll on” y el problema desapareció. Hay otras historias marcadas por el duelo que en tiempo de pandemia parecen multiplicar el dolor. Ahí la mezcla de aromas de aceite de bergamota, ciprés y rosa ayudaron a levantar el ánimo.
Sin dar nombres ni direcciones, Pilar Moreno, socia e impulsora de la empresa Lambda Aromaterapia, va enumerando los relatos, cada uno tiene de aliado un aroma específico, con esencias exquisitas que sintonizan con necesidades momentáneas o permanentes. Siempre llegaron por curiosidad, recomendación y hoy son fieles clientes que avalan la recuperación anímica y emocional a través de la aromaterapia.
“Tenemos muchos casos en que hemos ayudado, pero hay que ser claros y responsables, la aromaterapia no es una alternativa a la medicina, sino que un complemento”, recalca.
Algunos casos requieren una asesoría específica para determinar el aroma preciso a utilizar; en otros, ya hay un largo listado de recetas asociadas a dolencias.
– ¿Cómo nació la idea?
– En Buenos Aires -asiente Pilar.
Fue un viaje de cuatro años que podría definirse como “místico”. En el país del tango inspiró, absorbió, y contuvo el conocimiento como si se tratara de un ejercicio de respiración. Quería un cambio y sin buscar encontró consuelo en los olores: “Cada aroma tiene un efecto que está relacionado con el bienestar. Algunos sanan, otros refrescan, y calman. En cada hogar, hay un botiquín con dos o tres aceites”, dice e inmediatamente desliza una acertada crítica:“en cambio, acá, para cualquier dolencia o sensación utilizamos algún remedio, tenemos una fármaco dependencia, buscamos un remedio en base a químicos para todo”.
Ya, en Punta Arenas, exhaló lo aprendido en distintas escuelas especializadas de aromaterapia y convocó a sus dos mejores amigas: Constanza Boccazzi y María Jesús Mella y a su madre, María Eugenia Bour, para dar vida al sueño de expandir la aromaterapia en Chile.
Eligieron “Lammbda”, la undécima letra del alfabeto griego para acuñar y simbolizar la marca. Ahora son cuatro magallánicas que ya están en cuatro ciudades (Valparaíso, Santiago, Punta Arenas y Chiloé) y venden de manera online a todo el país, a través de la página www.lambdaaromaterapia.cl.
“Somos referentes en Chile y traemos esencias de India, Argentina y pronto de Francia. Cada proveedor es especial, hay que buscar el mejor, y en eso nos hemos especializado y seguimos buscando. Es muy importante trabajar con la mejor selección”, explica, mientras coloca cada uno de los productos en una mesa de cemento ubicada en la costanera del Estrecho. Hay poca gente, pero los que transitan llegan atraídos por el aroma y la curiosidad.
Las esencias que importan las combinan y transforman en un producto eficaz para sanar o agradar. Es un proceso meticuloso que requiere estudios y una especialización permanente.
“Dicen que a través del aroma entramos en contacto con el alma de las plantas y sintonizamos sus virtudes. Cada aceite esencial posee un marcado carácter propio que puede ayudar a las personas a superar dolencias físicas o emocionales. La aromaterapia es una buena herramienta para no depender tanto del fármaco y buscar el autocuidado y autoconocimiento”, asegura Pilar.
En todo caso, la advertencia es seguir el instinto y consultar. Las fragancias pueden ser grandes aliados a la hora de disfrutar de un buen descanso, estimular la creatividad, revitalizar el ánimo o simplemente mimar al olfato. Más en esta época de pandemia en que la aromaterapia poco a poco se transforma en una alternativa segura para recuperar la anhelada tranquilidad.