Pregunta un trabajador si el se puede a negar recibir una giftcard del sindicato y en su reemplazo demandar el dinero de esa tarjetita que se ha puesto tan de moda dentro de las organizaciones de trabajadores.
Esta pregunta nos obliga a hacer una reflexión para compartirla con dirigentes y socios. Seamos claros y partamos por una cuestión de principios.Para nosotros es y será inaceptable que las organizaciones sindicales resuelvan en sus asambleas, poner en las manos de los socios el dinero que estos pagan mensualmente como cuota sindical.
No podemos olvidar nunca que la cuota sindical es para la gestión del sindicato, tanto para la adquisición de artículos de oficina, gastos ineludibles en caso de alguna gestión como la locomoción y alguna colación si se requiere, e incluso para pagar las horas sindicales si no se ha conseguido que la empresa se haga cargo de dicho pago.
Estos gastos deben estar claramente reflejados en el presupuesto anual que toda organización debe presentar a sus socios al final o al inicio de un nuevo año de gestión y que muchos parecen haberlo olvidado.
Dicen algunos que hay pocos gastos y que si se pueden comprar tarjetas, sin embargo cuando llega el momento de la negociación colectiva la organización está sin recursos económicos, no tiene cómo pensar siquiera en financiar una huelga si la respuesta del empleador es negativa. Es más, en algunas organizaciones se ha instalado la costumbre de mantener beneficios y poner todas las fichas en el bono de término de negociación, que es pan para hoy y hambre para mañana, porque a lo mucho esos dineros alcanzan para pagar alguna deuda, sin sacar al trabajador del círculo vicioso en el que está por que recibe remuneraciones demasiado bajas.
2.- Entonces, ¿es válido entregar gift card?
No lo es y sin embargo ya se instaló como una costumbre que va a costar erradicar.
Esto a pesar de que el artículo 259 es claro al establecer que » el patrimonio de una organización sindical es de su exclusivo dominio y no pertenece en todo ni en parte a sus asociados».
Y las cuotas sindicales son un bien, un patrimonio del sindicato y deberían usarse para apoyar las luchas que los trabajadores encaren en algún momento.
Ni tarjeta ni dinero en efectivo debería entregarse como ayuda en fiestas especiales, esto se le debe pedir al empleador en la negociación colectiva.
Ya va siendo hora de que quienes integran un sindicato tengan claro para qué sirve la organización. Es cierto que muchas veces el endeudamiento de los trabajadores, generado por deficientes remuneraciones, hace que esto de la tarjeta sea visto como una ayuda, pero solo está dañando el rol de la organización y su accionar en defensa de los asociados.
Sindicatos poderosos y fuertes económicamente son los que logran obtener más y mejores avances en las negociaciones colectivas. Que no se nos olvide.