Nos hemos encontrado con asombro con una publicación en el Diario Oficial, sobre el Protocolo del Tratado Antártico que el reglamento de la Nueva Sección Nacional de Convención de la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos CCRVMA (Antártica) deja fuera a los operadores antárticos privados de Magallanes.
Recientemente, en el mes de Octubre de este año, el Presidente Gabriel Boric Font, modificó la integración de la sección nacional de la CCRVMA o CCAMLR, que es el organismo chileno en que se coordina la gobernanza de las actividades antárticas que afectan el medio ambiente marino. Desde el año 1991, este grupo de trabajo estaba integrado por las autoridades públicas y los operadores antárticos, públicos y privados,que tenían injerencia en las actividades marítimas que pudieran afectar la conservación del medio ambiente marino. Uno de estos integrantes, era representante de la Industria de Magallanes que Opera en la zona.
Sin embargo, en contradicción con el Estatuto Antártico, que logró consagrar a los operadores antárticos privados, todos de la región de Magallanes; el reglamento recientemente publicado
deja fuera del organismo a los privados de Magallanes, quitándoles el derecho a participar, y los reemplazó por dos ONG conservacionistas a las que ni siquiera se les exige sean de origen chileno y por tanto se relacionen con nuestro interés nacional, ni que sean operadores antárticos. Y por lo tanto tampoco se les pide que dejen valor agregado en la región o tengan vinculación con la misma; pero sí se estipula que necesitarán la colaboración de los operadores regionales, que son los que en definitiva conocen cada rincón, lo que nos lleva a una reflexión… ¿…seremos invitados en nuestra propia casa para hacer una inducción a los entes foráneos?.
La CPC Magallanes ve como una incoherencia total, que los discursos en pro del desarrollo económico que beneficie a los habitantes de la Región, que se escuchan de las autoridades, no se refleja en sus decisiones concretas. Los operadores antárticos privados de Magallanes hicieron un fuerte trabajo para ser considerados en el Estatuto Antártico, lo que ocurrió no sin oposición del entonces ejecutivo y la Dirección de Antártica del Minrel, pero sí con el fuerte apoyo de los senadores tanto de la región como de otros que integraban las comisiones respectivas, a quienes les hizo sentido que si casi el 50% de la actividad que desarrolla Chile en la Antártica es privada y de Magallanes, la misma tenía que tener reconocimiento.
Con la publicación el 26 de Octubre del decreto que establece el REGLAMENTO DEL ARTÍCULO 18 DE LA LEY N° 21.255, QUE ESTABLECE EL ESTATUTO CHILENO ANTÁRTICO, SOBRE LA ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE LAS SECCIONES O COMITÉS NACIONALES ANTÁRTICOS, no sólo se está borrando en forma arbitraria lo dispuesto en el Estatuto Antártico en torno a reconocer a los operadores privados, modificando de paso una forma de actuar que llevaba años desarrollándose, sino que se está silenciando a los operadores privados, que son los que efectivamente hacen soberanía en la zona y operan desde nuestros puertos, dejando su riqueza en ellos, para privilegiar a las organizaciones que normalmente son foráneas y cuyo trabajo tiende a que los Magallánicos no podamos hacer uso racional de nuestros recursos en beneficio de nuestros habitantes.
Este paradigma entre la conservación ideologizada y la actividad económica sustentable, es la que hoy tiene afectada a nuestra economía regional, y que vemos como, ante nuestros propios ojos, el Ministerio de Relaciones Exteriores con su Dirección Antártica y el Ministerio de Economía con la Subsecretaría de Pesca, quieren expandir este paradigma a la actividad antártica. Es lamentable que los que somos de Magallanes y nuestras propias autoridades no cuidemos lo que con esfuerzo desde esta alejada región nos ha costado tanto conseguir y construir.
Creo Señor en Magallanes…