Con una serie de ocho presentaciones de la obra dramatizada “Oliver Button es una nena”, la Dirección Regional del Servicio del Patrimonio Cultural (Serpat) abordó el buen trato y la perspectiva de género con alrededor de 500 personas de ocho de las diez comunas de la región. La iniciativa responde al proyecto «Cuentacuentos con perspectiva de género para y desde el inicio de la educación escolar” de dicha dirección regional, cuyo objetivo es contribuir a modificar los patrones socioculturales y aminorar la visión de funciones estereotipadas de hombres y mujeres a partir de una edad temprana. Para ello, se preparó una obra dramatizada basada en el cuento «Oliver Button es una nena”, del autor Thomas Anthony De Paola, adaptada para niños y niñas desde el nivel Transición 2 a cuarto año básico. La representación de la obra, a cargo de Verónica López, inició su recorrido en noviembre pasado en el Salón Auditorium de la Biblioteca Pública N°14 de Puerto Natales y en la Sala Gabriela Mistral, en Torres del Paine. Continuó su itinerancia en la Escuela Manuel Bulnes de Punta Arenas, el Liceo Donald Mc Intyre Griffiths de Puerto Williams y la Escuela Punta Delgada de San Gregorio. Finalizó en la provincia de Tierra del Fuego, abarcando las comunas de Primavera (Escuela Cerro Sombrero), Timaukel (Escuela Ignacio Carrera Pinto en Villa Cameron) y Porvenir (Jardín infantil Copito de Nieve con asistencia de párvulos del Jardín infantil Papelucho). La serie de actividades fue posible gracias a la colaboración de la Coordinación Regional de Bibliotecas Públicas del Serpat, unidad que promueve iniciativas que incluyen el enfoque de género a través de los cuentos infantiles con el objetivo de romper estereotipos. Al respecto, la coordinadora regional de Bibliotecas Públicas, Isabel López, explicó que «la literatura infantil es un camino fundamental para hablar de y con perspectiva de género. Cada presentación del cuento permitió trazar en niños y niñas elementos primordiales para el trabajo con la diferencia, instalando en los participantes la idea de que el problema no se situaba en el personaje principal que era diferente a los demás, sino en los otros, pues Oliver Button simplemente soñaba con bailar y ser una estrella de cine, por lo que era víctima de bullying de parte de sus compañeros de colegio».Por su parte, el director regional del Serpat, Pablo Quercia, destacó la cobertura territorial de «esta iniciativa que nos permitió llegar a 474 niños y niñas de todas las provincias de la región, para abordar la necesidad de romper con los estereotipos de género desde una edad temprana».