Un alto interés en formar parte de las instancias técnicas y de coordinación que se conformarán en el marco del Plan de Gestión del castor, manifestaron los alcaldes y representantes de diversos municipios de la región de Magallanes, en una primera reunión del proyecto GEF Castor con las autoridades municipales recién electas. donde se abordó el impacto de esta especie invasora en el territorio.
Los representantes municipales conocieron los avances de esta iniciativa y expresaron las inquietudes de las comunidades que representan respecto a los impactos que el castor tiene en las comunas, tanto en aquellas predominantemente rurales, como en las áreas rurales de los grandes centros urbanos de la región. Si bien la invasión del castor se ha asociado predominantemente como un problema que afecta zonas boscosas y turbales, especialmente al sur de Tierra del Fuego, lo cierto es que su expansión se acerca cada vez más a poblados de importante concentración poblacional, como lo es la localidad de Cerro Sombrero, o incluso la ciudad de Punta Arenas.
“Tenemos castores caminando por las calles del pueblo: están comiendo cercos e ingresando a los patios”, relató Blagomir Brztilo, alcalde de la comuna de Primavera. La presencia del roedor causa preocupación pues es cada vez más evidente en todo el sector norte de la isla grande de Tierra del Fuego, entre Bahía Inútil y Bahía Lomas.
Felipe Guerra, biólogo y coordinador regional del proyecto GEF Castor, explicó que el norte de Tierra del Fuego es un área de interés prioritario para las autoridades a cargo de la gestión de la especie, pues el sector entre estancia Gente Grande y Punta Delgada es uno de los puntos por los cuales se estima que el castor podría cruzar hacia el continente nuevamente, ampliando el rango de dispersión de la especie incluso hasta alcanzar la provincia de Ultima Esperanza afectando seriamente su valioso patrimonio ambiental. En efecto, en 2019 se encontró un ejemplar de castor en San Gregorio, lo que enciende las alertas respecto a la necesidad de contener la expansión de esta amenaza biológica.
Al sur de la provincia de Magallanes se experimenta un fenómeno similar, pues isla Dawson se ha transformado en el puente geográfico que los castores utilizan para alcanzar tierras continentales. Si bien en algún momento se pensó que el estrecho de Magallanes sería una barrera natural para la especie, esa visión fue superada hace largo tiempo, y existe presencia del castor documentada en Laguna Parrillar y zonas adyacentes, es decir, a sólo 50 kilómetros de la ciudad de Punta Arenas.
Por ello, Jonathan Donaide, profesional del departamento de Medio Ambiente de la municipalidad de Punta Arenas, se mostró muy interesado en analizar cómo incorporar la gestión de esta especie en la estrategia ambiental de la comuna. “Es muy importante contar con el apoyo técnico del proyecto y de la seremi del Medio Ambiente para poder incorporar como prioridad del Sistema de Certificación Ambiental (SCAM) comunal, la protección de la biodiversidad ante invasiones biológicas” puntualizó. Tanto la amenaza del castor como la de otras especies invasoras podrían ser abordadas de manera integral al ser incorporadas al SCAM, como es, por ejemplo, el caso de la rata almizclera presente en el humedal de Tres Puentes y en la laguna del parque María Behety.