Señor Director.
De mi consideración
Cualquiera que sea el resultado de la votación en la Cámara de Senadores que definirá el futuro del retiro del 10 % de los fondos de las AFP por parte de la ciudadanía, el gobierno actual y la derecha que lo sostiene precariamente, habrán recibido la derrota política más profunda y grave de la que se tenga noticia en los últimos años desde la recuperación de la democracia. Si con motivo de la presión brutal del gobierno y de muchos medios noticiosos que bailan al ritmo de los intereses económicos que se nutren de los dineros de los trabajadores,- empozados forzosamente en las AFP-, no se logra sumar el necesario par de votos que necesita la oposición para aprobar esta sentida demanda de los y las trabajadoras de Chile, aun así, perdiendo la opción opositora, la derecha habrá sido rotundamente derrotada, pues el resultado de su mezquindad y ceguera política, junto al descrédito que ya es mayoritario para ellos, impactará directamente en sus futuras opciones electorales y de gobernanza. Si por el contrario, triunfa la opción impulsada por la inmensa mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de trabajo y recogida por la oposición en el parlamento, la derrota del gobierno será mayúscula y representará el quiebre definitivo de la alianza de gobierno, mal denominada Chile vamos, porque en definitiva no llevó a Chile a ningún lugar de mayor progreso y desarrollo como habían prometido en su
slogan, “el gobierno de los mejores”. La falta de políticas claras de carácter sanitario durante la pandemia, la tardanza y peor aún, la falta de empatía y sensibilidad ante la catástrofe social que acarrearon sus determinaciones, y la falta de credibilidad de sus autoridades empezando por la del presidente, le habrán generado un costo altísimo e imposible de recuperar, por muchas cajas de alimento que salgan nuevamente a repartir. Con todo, esta singular situación política, representa un desafío mayor para una oposición fragmentada y carente de proyectos e ideas nuevas, y de liderazgos reconocibles que susciten apoyo mayoritario en el pueblo de Chile, por lo menos hasta ahora. Y será por lo mismo tarea principal de las y los actuales líderes opositores, acompañar y caminar junto al pueblo para cambiar la pesada carga de una constitución de origen ilegítimo y que subroga a la nación a los caprichos del mercado. Solo después de
eso, se podrá con nuevos rostros y nuevos bríos caminar unidos para reinstalar las ideas democráticas y de solidaridad e igualdad social, económica y política que muchos deseamos. Pesada tarea pero necesaria e insustituible, tanto para las viejas como para las nuevas generaciones que deberán hacerse cargo a su vez,-sin olvidar la historia-, de una nueva época, desconocida y desafiante.
Eduardo Manzanares Castesc Comité Central – Magallanes Partido Socialista de Chile.